viernes. 19.04.2024

María del Rosario D.P.S., de 34 años, supuestamente estrangulada por su esposo, en Arucas.

"Una familia normal". Así definen familiares y vecinos a la pareja que falleció el martes por la noche en Santidad (Arucas). El marido supuestamente estranguló a la mujer para luego tirarse por un barranco en Gáldar. Su hijo de ocho años no vio nada.

AGENCIAS

"Gracias a Dios, el niño no vio nada". Éste es el pensamiento general de todos los que conocían a la familia que formaban Antonio Javier R.T., de 40 años, y María del Rosario D.P.S., de 34, hasta el martes por la tarde. Fue entonces cuando presuntamente Antonio Javier estranguló a María del Rosario en su domicilio, para después tirarse al vacío desde un puente en el barranco del Juncal (Gáldar).

«Nadie sabe lo que pasó porque dentro sólo estaban ellos dos y ya no pueden contarlo», apuntó Juan Rodríguez, hermano de él. Lo cierto es que nadie que les conociera (vecinos, amigos, familiares) puede explicarse qué pasó. No había denuncias de malos tratos ni indicios de violencia doméstica. «Si él la hubiera levantado la mano, ella lo habría contado. Ella lo contaba todo», asegura su sobrino Javier Ruiz del Pino.

Cuando la Guardia Civil halló el cuerpo de Antonio Javier y lo identificó fue a avisar a la familia. Al llegar a la vivienda, en la calle La Gomera número 16, el vecino salió con el hijo de la pareja a la calle. El niño de ocho años contó a los agentes que «sus padres mantuvieron una discusión y él salió de su casa poco después», según fuentes del instituto armado. Al parecer el padre entregó al niño una cantidad cercana a los 800 euros y le dijo que se marchara.

Los agentes entraron por una ventana y hallaron a María del Rosario sobre las 23.30 horas, vestida y tendida en el suelo del baño. La autopsia confirmó que había muerto por asfixia.

Los que conocían a Antonio Javier aseguran que era «un hombre trabajador», carpintero de profesión y aficionado a la pesca. Su hermana, Lidia Rodríguez, afirma que estaba «enamoradísimo» de su mujer. «Lo que ha pasado nos parece irreal», añade, para explicar que los dos «eran buenas personas» y no discutían más de lo que lo hace una familia normal.

El sobrino de María del Rosario, en cambio, dice que «el matrimonio no iba bien». Llevaban 15 años casados y la relación se había apagado, según Javier Ruiz. «Él tenía ansiedad porque estaba dejando de fumar, media depresión. Ella le dijo que iba a apoyarle», añade el sobrino de la fallecida. Lo que pasó después sólo lo saben las paredes de la vivienda.

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