Un total de treinta personas han participado en el Taller de Empleo “Las Cabreras”, que se ha clausurado con la inauguración del centro de ocio de Tinajo, que los alumnos del taller han habilitado, a la vez que han aprendido un nuevo oficio.
Se trata de un proyecto en el que se ha pretendido apoyar a los sectores de la población con mayor tasa de desempleo para que renueven sus habilidades, a la vez que rehabilitaban instalaciones públicas que necesitaban de algunas reformas.
Mayores de 45 años y personas con discapacidad
Para las personas en paro que han pasado de los 40 y para las que tienen algún tipo de discapacidad, es muy difícil insertarse en el mercado laboral. Por eso las instituciones públicas los han tenido en cuenta y han organizado campañas de concienziación y medidas que favorezcan su contratación por las empresaa. Pero esta vez, ha sido la propia Administración la que los ha contratado. Como el propio consejero de Empleo, José María Espino ha apuntado “con esta clausura se cumplen dos objetivos, crear empleo formativo y dotar a Tinajo de un centro de ocio que no tenía”.
Como Espino, todos los representantes que acudieron al acto coincidieron en las ventajas de este proyecto, que además para la presidenta de la Primera Institución Insular, “no sólo es importante por su labor formativa sino porque consigue que estas personas recuperen la fuerza para salir a buscar un empleo”.
Además, Inés Rojas reconoció sentirse especialmente emocionada porque “como lanzaroteña” se enorgullecía “de encontrar lugares como este en el que se consigue compatibilizar el trabajo del ser humano y la naturaleza”.
Y es que el enclave de ocio de Tinajo en el que se clausuró el taller, está situado en los aledaños de la ermita de los Dolores, en un espacio creado con piedra volcánica, pero dotado con todos los servicios para celebrar fiestas o pasar un día de asadero.
El Centro de Ocio de Tinajo
Parrillas, agua corriente, baños y hasta un horno. Todo esto lo han construido los alumnos del proyecto, que han aprendido a manejar las tareas de restauración, mantenimiento de instalaciones y albañilería. Estas tres especialidades son las que han desarrollado en estos doce meses, con el apoyo de monitores y la subvención del Cabildo de Lanzarote y el Servicio Europeo y cofinanciado por el Fondo Sccial Europeo.
Como representante del Gobierno de Canarias, asistió al acto la directora del Servicio Canario de Empleo, Soledad Monzón, que expresó su satisfacción por el resultado del proyecto y por el esfuerzo que se está haciendo en Lanzarote “para adaptar los proyectos a la realidad de la Isla”.
Rehabilitación del Centro de Día de “Las Cabreras”
Las reformas que se han llevado a cabo en el Centro de Día de “Las Cabreras”, sa han orientado más hacia la rehabilitación de zonas de primera necesidad. Los trabajadores han realizado obras en baños y servicios y han rehabilitado las estructuras que quedaron dañadas tras el paso del Delta. El centro ha quedado como nuevo para que los residentes puedan disfrutar de unas infraestructuras adecuadas a sus necesidades.
Todos los responsables del proyecto han insistido en el duro trabajo de los participantes y en la ilusión que han puesto en lo que han hecho. Por eso el director del taller, Ignacio Galdano, hizo entrega a cada uno de los alumnos, de un certificado que acredita el trabajo realizado y su nuevo oficio.
Cabe destacar el papel de la mujer en el proyecto, ya que, como todos los asistentes recordaron, la mayoría de los que acabaron el proyecto fueron mujeres, a pesar de ser un trabajo “considerado tradicionalmente de hombres”, como puntualizó orgulloso José Maía Espino.
