jueves. 28.03.2024

Hay unas 55 millones de razones, entre otras, para querer eliminar el Senado, razones que la ciudadanía paga con su sacrificio e impuestos.

Como candidata de Ciudadanos (C´s) al Senado por la isla de Lanzarote me gustaría aclarar la propuesta de suprimir esta institución. En C´s somos conscientes de la necesidad de una cámara verdaderamente territorial, que funcione, sea útil y menos costosa.

Ahora bien, en un Estado de derecho hay que cumplir la ley, las reglas del juego, y mientras exista el Senado seremos senadoras y senadores, representaremos a los ciudadanos de nuestros territorios y sus necesidades e intereses. Queremos formar parte de las instituciones para reformar el sistema, y para llevar a cabo esta reforma necesitamos una mayoría amplia de dos tercios de las cámaras, motivo por el cual debemos llegar a un consenso, más allá de los intereses políticos y partidistas, para reformar la Constitución.

La democracia española es representativa y la ciudadanía Lanzaroteña decidirá quién quiere que les represente y ocupe ese sillón con el nombre de Lanzarote en la citada institución.

El art. 69 de la Constitución Española dice “el Senado es la cámara de representación territorial”, pero realmente a la Cámara Alta se le ha privado de una personalidad definida y de utilidad práctica. Tiene una personalidad jurídica imperfecta. Hay que decir la verdad a la ciudadanía. La representación territorial supuestamente asignada al Senado se ha manifestado incapaz. El Congreso tiene supremacía respecto al Senado, la pobreza de competencias atribuidas al mismo, estando subordinado al Congreso en sus funciones y teniendo el Congreso primacía incluso en cuestiones autonómicas, demuestra que el bicameralismo español es imperfecto. Prevalece la Cámara Baja tanto en la función legislativa y presupuestaria, como en la de control al gobierno.

El congreso examina en primer lugar los proyectos y proposiciones de ley, incluso las iniciativas del Senado han de remitirse al Congreso para su tramitación como proposiciones de ley. Los vetos y las enmiendas del Senado a un proyecto aprobado por el Congreso pueden ser superados por este con facilidad y sólo el Congreso puede convalidar o derogar decretos leyes.

Por otra parte, el Senado no difiere mucho en su composición respecto al Congreso. Así, el art. 66 de la CE, con mejor criterio, afirma que las Cortes Generales (tanto el Congreso como el Senado) representan al pueblo español. El Senado representa la población de los distintos territorios del Estado, pero los entes territoriales constitucionalmente reconocidos son los municipios, las provincias, las agrupaciones no provinciales de municipios (Cabildos) y las CC. AA.

En el Senado existen dos grupos, los grupos parlamentarios tradicionales que se crean por afinidad ideológica y los grupos parlamentarios territoriales, cuyos senadores están totalmente sometidos a sus partidos políticos, siendo meros representantes de estos. La participación individual sólo puede ejecutarse con autorización de los grupos parlamentarios, como portavoces de los mismos.

El tiempo ha demostrado que el Senado no sirve, no ha impedido los conflictos de competencias, hay una gran politización que lleva a pactos entre cúpulas de partido. Los españoles queremos soluciones.

Por todo lo expuesto, C´s propone la sustitución del Senado por una cámara más eficaz: un “consejo de presidentes de las Comunidades Autónomas y de las ciudades de Ceuta y Melilla”. En este consejo se debatirán realmente los temas territoriales (financiación autonómica, planes logísticos, de infraestructuras, energéticos, hidrológicos…). Así será realmente funcional y un verdadero órgano de representación territorial que promueva la cooperación territorial y la cohesión entre las CC.AA., evitando las desigualdades.

En el Congreso se creará asimismo la figura de diputado de Distrito, elegido en listas abiertas, que será un verdadero representante de la ciudadanía de un territorio determinado y este si podrá realmente luchar por los intereses de la isla de Lanzarote.

Hay que conseguir la igualdad y la solidaridad con unas cámaras útiles y funcionales.

Seamos sinceros.

El Senado “no es útil”…hay que decir la verdad
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