El San José Obrero cerró en la mañana de este lunes el fichaje del central conejero Rafael Curbelo Villalba, jugador que vendrá a reforzar la primera plantilla del Club del barrio de Titerroy hasta finales de temporada.
Rafa es un viejo conocido del balonmano canario ya que ha estado durante muchos años como jugador nacional tanto en la Isla de Lanzarote como en la de Tenerife, así como uno de los fijos en las diferentes convocatorias de las selecciones de Canarias en varias categorías.
Ejemplo de su calidad fue su paso por el histórico Tenerife Tres de Mayo o por el ya desaparecido Balonmano Pto. Cruz, la última temporada de Rafa en Lanzarote como jugador nacional fue en la temporada 11/12 con el Club Balonmano San José Obrero, en la cual termino con 60 goles y con una más que destacada temporada en la que el club militaba por segundo año consecutivo en competición nacional.
Después del mal arranque de la segunda vuelta en el que el equipo ha notado las ausencias por lesión de varios jugadores, como las de Ortigosa o Morín, se hacía necesario el refuerzo de una plantilla a la cual le esperan nueve finales si se quiere tener opciones de estar en fase de ascenso, la incorporación de Rafa supondrá la de incorporar a la plantilla de un central nato, que ataca y defiende, organizador y fintador, un jugador completo que ya desde su incorporación a los entrenamientos se ha notado su presencia en el juego y en la distribución del mismo.
Durante la presente temporada Rafa ha estado jugando en el Club Balonmano Zonzamas de la Primera Territorial Masculina, club con el que lograba plantarse en la segunda fase grupo por el Titulo, y con el que hay unas excelentes relaciones y que han aceptado la petición del Club Balonmano San José para proceder a dar la baja al jugador e incorporarse inmediatamente a la disciplina de los de Titerroy.
La plantilla del San José Obrero aprovechará el parón liguero para realizar sesiones físicas y recuperar la forma que después de las navidades se le ha echado en falta al equipo, la victoria ante el Montequinto de la pasada semana da una corriente de aire fresco para poder afrontar la recta final en plenitud de condiciones físicas y anímicas.
