El Partido Popular (PP) y el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) han querido destacar después del Debate sobre el Estado de la Isla lo que sucedió a última hora, cuando el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, tomó la palabra y dirigió unas duras palabras tanto a la oposición como a sus todavía compañeros Sergio Machín y Mónica Álvarez. San Ginés, en un discurso que no contó con réplica porque dio por finalizada la maratoniana sesión, llegó incluso a poner su cargo a disposición de los presentes y a hablar de que la estrategia que han montado en su contra podría salir bien, llegándose incluso a ver a su compañero Marci Acuña de presidente de la Corporación. Acusó a sus compañeros Sergio Machín y Mónica Álvarez de estar guiados por la venganza y por unos que son peores que él, dentro de una conspiración en la que también entiende que está implicada una parte residual del PSOE.
El PP mandó posteriormente una nota de prensa en la que señala que a pesar de que durante todo el día anterior el presidente no paró de repetir hasta la saciedad que el objetivo de este pleno no era otro que analizar la situación de Lanzarote, "cierto es San Ginés se ha vuelto a destapar una vez más como uno de los presidentes más autoritarios y antidemocráticos de la historia reciente del Cabildo insular".
Los populares aseguran que "en un nuevo arranque de cólera contenida, el presidente de todos los lanzaroteños levantó el pleno sin permitir que los grupos de la oposición que habían sido aludido en su esperpéntica intervención pudieran ejercer el derecho a replica que les asiste según se establece en el reglamento de la corporación".
"Una actitud más intolerable, si cabe, cuando él mismo había afirmado durante su patética disertación partidista que al finalizar le daría el turno de réplica al Grupo Popular. Lejos de cumplir con su palabra, San Ginés mintió a todos los presentes, cerrando la sesión cuando le vino en gana, de prisa y corriendo, en un malsano ejercicio de lo que el entiende son las facultades del presidente”, señalaron en su escrito.
De igual modo, el PP asevera que a pesar de llevar dos días alardeando de mantener la serenidad y de que lo importante no son sus formas sino el contenido de su gestión, creen que su propósito de enmienda ha quedado reducido a "una mera alucinación pasajera de alguien que, tanto en el fondo como en las formas, gestiona los asuntos de toda la ciudadanía a golpe de silbato, saltándose las normas y las reglas, cada vez que le apetece terminar el partido".
"No obstante, los ciudadanos de Lanzarote le han sacado la tarjeta roja a Pedro San Ginés y cuando el capitán del equipo no quiere asumir los errores puede ocurrir que se lleve por delante a todo el equipo y lo sancionen y desautoricen para seguir jugando de cara al futuro", afirman.
En este sentido, resulta para ellos "bochornoso el espectáculo que ha protagonizado el presidente del Cabildo al convertir el pleno del debate de la isla en un foro de discusión interna de los problemas que actualmente tiene Coalición Canaria". "Problemas partidistas en los que, en ningún caso, tiene nada que ver el Partido Popular y que corresponde resolver únicamente a la formación nacionalista. Si no se es capaz de tener serenidad, respeto, diálogo y actitud democrática con los miembros de la corporación, es imposible ser sereno, democrático y dialogante en la gestión de los asuntos públicos; aquellos que tienen que ver directamente con el presente y futuro de los ciudadanos", argumentan por último.
Reacción del PIL
Los representantes del PIL tampoco se han quedado cortos en su crítica al cierre del pleno por parte del presidente. Para ellos, lo convirtió en un teatro para su personal lucimiento. "La soberbia, prepotencia y falta de democracia llevaron al presidente del Cabildo a levantar la sesión sin dar a la oposición la posibilidad de réplica", aseguran en un escrito enviado a este diario.
Los independientes explican que tras dos jornadas de debate intenso, en las que han intentado centrar el foco de atención en los verdaderos problemas insulares, el presidente del Cabildo, en un arranque de soberbia único en la reciente historia democrática de esta institución, levantó la sesión sin respetar, tal y como había anunciado anteriormente, el turno de réplica al que por otra parte se tiene derecho en base al Reglamento Orgánico de la
Institución.
"Después de dirigir improperios como los de mediocres, indignos, deshonrosos y vergonzantes a los consejeros de la oposición, y tras protagonizar un discurso de autobombo a cuenta de una Propuesta de Resolución que paradójicamente no había aceptado para su discusión, se levantó, en un gesto de cobardía política, cerrando la sesión y abandonando sin posibilidad a la contestación por parte de la oposición el Salón de Plenos", relatan molestos.
El PIL cree que el espectáculo esperpéntico en el que se convirtió el tramo final del Debate, "en el que la libertad de expresión y la falta al rigor democrático brillaron por su ausencia y por mérito de San Ginés, son producto de un Presidente que, por mucho que intentara aparentar
tranquilidad, acabó evidenciando su nerviosismo y su falta de templanza no sólo para dirigir
una sesión, sino para asegurar y cumplir los mínimos establecidos en la legislación vigente".
Por todo ello, muestran su evidente malestar y descontento con las formas "malcriadas y despóticas" de San Ginés, "de quien creíamos que
había progresado política y personalmente, pero quien por desgracia sigue constatando con
actitudes como las de hoy que su confusión del Salón de Plenos de la Institución con una
cantina permanece vigente".
