jueves. 25.04.2024

La tensión por las protestas contra el petróleo se palpa cada vez más en las calles de Lanzarote y Fuerteventura. Y no solo por la identificación de miembros del PP en las Cortes Nacionales que muchos promotores de los 'escraches' están difundiendo a través de las redes sociales. Prueba de ello es el reiterado número de ocasiones en que los integrantes del PP en Lanzarote han decidido abandonar su sede insular, en Arrecife, para evitar problemas con manifestantes que se oponen a las prospecciones petrolíferas previstas frente a las aguas canarias, y que han llegado a insultarles. Así al menos lo ha denunciado este martes en Crónicas Radio-Cope Lanzarote la secretaria general de los populares en la Isla, Saray Rodríguez.

"En el último Comité sí que decidimos irnos puesto que veíamos cómo se iban acumulando numerosas personas en las inmediaciones y casi en la puerta. Al final decidimos abandonar la sede, más que nada para evitar también situaciones polémicas o que incluso luego se nos llegue a acusar encima de provocadores. No ha pasado una vez, sino que son ya varias las ocasiones en las que incluso han sido insultadas varias de mis compañeras", ha manifestado la dirigente del PP lanzaroteño.

En el PP se insiste esta semana en que lo que Medio Ambiente autorizó la semana pasada es la Declaración de Impacto Ambiental para proceder a las prospecciones o sondeos petrolíferos frente al Archipiélago canario, "pero en ningún caso de las extracciones en sí", algo que el propio senador por Lanzarote, Óscar Luzardo, ha fechado para dentro de al menos más de cuatro años.

Antecedentes en el PP de Lanzarote

Cabe recordar en este sentido que el propio ministro de Industria, Turismo y Energía, José Manuel Soria,tuvo que salir en la noche del pasado 10 de febrero de 2012 por la puerta trasera de la sede insular del PP de Lanzarote protegido por agentes de la Policía Nacional de Arrecife, tras las protestas de un grupo de más de 150 personas en contra de las prospecciones petrolíferas frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura. La primera visita de Soria a la Isla tras anunciarse la intención del Ministerio de autorizar los sondeos terminó entonces en una bronca a las puertas de la sede del PP con carreras, empujones y muchos gritos cuando Soria la abandonó.

En declaraciones a los periodistas, aquel día el ministro quiso dejar claro que el Gobierno no había autorizado aún las extracciones sino que los permisos se referían exclusivamente a la "exploración e investigación" de posibles yacimientos de petróleo "a unos 50 kilómetros" de las costas canarias. "Sólo habrá prospecciones si existen plenas garantías medioambientales", dijo.

Soria insistió en que nunca iba a tomar una decisión que "pueda dañar lo más mínimo a ninguna actividad económica en la Comunidad canaria", en alusión a las críticas por la posibilidad de que las extracciones perjudicaran a la industria turística de las islas.

En la calle, una decena de agentes de la Policía Nacional y una dotación de la Policía Local de Arrecife tuvieron que acordonar la sede del PP para garantizar el orden público. "Soria petrolero", "Canarias dice no a las petroleras", "Vete pa'l demonio, ministro del petróleo" y "No queremos piche, queremos agua limpia" fueron algunas de las decenas de consignas que durante más de dos horas no pararon de corearse frente a la sede de los populares conejeros.

El momento de mayor tensión se produjo cuando José Manuel Soria abandonó la sede de su partido para tomar el avión rumbo a Gran Canaria. La policía tuvo que emplearse a fondo para impedir que los manifestantes se encontraran con el ministro. A la vista del cariz que iba tomando la protesta, la policía llegó a colocar un coche oficial en la puerta principal para distraer la atención de los manifestantes. Sin embargo, los concentrados abordaron al ministro por la puerta trasera. Soria, a toda prisa, entró en otro coche junto a la presidenta insular del PP, Ástrid Pérez y abandonó el lugar sin mayores incidentes. Pero no había terminado todo. La bronca se extendió también a los representantes del PP conejero que habían asistido a la junta directiva insular. Varios de los miembros del PP llegaron incluso a ser empujados cuando salían de la reunión al grito de "cómplices".

De tal visita se originó precisamente el expediente de expulsión que la Delegación del Gobierno en Canarias abrió entonces al activista uruguayo José Morales por participar en esta protesta.

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