viernes. 29.03.2024

Pedro de Armas, portavoz del Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL), ha solicitado al grupo de gobierno de Arrecife reconsiderar íntegramente el Catálogo de Protección de Arrecife porque cree que es la única forma de corregir el “cúmulo de despropósitos” que se quieren consumar y la vía indiscutida para garantizar la protección del patrimonio edificado de la capital.

El concejal nacionalista expone en sus alegaciones que el Catálogo de Protección pretende dar carta de naturaleza a la obligación legal que tiene el Ayuntamiento de Arrecife de proceder a la conservación y restauración/rehabilitación del patrimonio histórico. No obstante, subraya De Armas, la Memoria justificativa es anónima, pues adolece de autoría, y el Catálogo se presenta como documento integrante de la Revisión del Plan General de Ordenación de Arrecife (PGOA en adelante). Deduce entonces que, dada la situación conflictiva suscitada por la Revisión del PGOA, no es de recibo que una Memoria anónima describa el marco en el que se plantea el listado de bienes a proteger.

En segunda medida el PNL dice que, aunque la literatura del documento se atiene a las normas y a los grandes principios reconocidos internacionalmente, el Fichero de Patrimonio Arquitectónico y Urbano contempla muy pocos elementos patrimoniales propuestos para su protección (68 frente a 185 de la propuesta de 2002 de Revisión del PGOA), a la par que se detecta una disminución de su protección.

Alegaciones del PNL

Asimismo, el PNL tiene muchas dudas por los siguientes motivos: se renuncia a la protección así sea parcial de ciertos bienes de reconocido valor; se facilita la intervención discrecional; surgen contradicciones de tal calado que muchos de esos inmuebles podrían ser totalmente demolidos; algunos de ellos son considerados como si no existiera el edificio; se mezcla en un mismo bien la restauración con la remodelación; se renuncia a tratar los conjuntos arquitectónicos relevantes en la ciudad como un todo merecedor de protección o se permite la demolición interior de muchos edificios para conservar sólo la fachada.

Se desconocen verdaderos patrimonios

Estas aparentes contradicciones, al que el PNL no dudó en tachar de “cúmulo de despropósitos”, son una muestra de que la literatura del documento no se ajusta a la realidad, “evidenciando un escaso interés por proteger, restaurar, rehabilitar y poner en uso la memoria material de la ciudad”.

Otro de los argumentos esgrimidos por el PNL alude a destacados vestigios patrimoniales que no merecen la atención del Catálogo, como las Salinas de Naos, parte del patrimonio industrial de Arrecife vinculado a la actividad pesquera, además de encontrarse en el ámbito de influencia del Bien de Interés Cultural (BIC en adelante) del Castillo de San José. El Catálogo tampoco incorpora algunos BIC ya incoados, “como argumenta que algunas exclusiones obedecen a expedientes de ruina de los edificios, expedientes y edificios que no se justifican ni relacionan.”

No hay voluntad proteccionista

La voluntad proteccionista del Catálogo y del grupo de gobierno municipal, realza De Armas, quedan en entredicho cuando se hace referencia a las obras en los inmuebles protegidos, afirmándose que se recuperarán determinados elementos siempre que sea posible. De nuevo la discrecionalidad y la demolición garantizada, de lo cual se desprende que el Catálogo se encamina más a garantizar aprovechamientos urbanísticos que a la efectiva protección, como se demuestra en que se pueden modificar la altura, la ocupación y el volumen.

De otra parte, el PNL señala que además de presentar numerosos errores en el fichero, el Catálogo todavía vigente tampoco recoge elementos como el edificio de La Mareta o las ya citadas Salinas de Naos. “Del Catálogo del Plan Insular de Ordenación del Territorio de 1991 tampoco se recogen algunos elementos como el Molino de Cabo Pedro o el área de influencia de la Marina de Arrecife”. Agrega que en ningún momento se introducen/apuntan medidas y acciones encaminadas a incentivar la conservación del patrimonio histórico (cosa que debiera adelantarse ahora y materializarse en la Revisión del PGOA), de forma que sus propietarios encuentren alicientes para cuidarlos y mantenerlos primorosos, alicientes sobre todo económicos y compensaciones urbanísticas por la pérdida de volumen edificatorio del bien protegido en relación con las parcelas colindantes. Sólo así se evitan agravios y se estimula la conservación, concluye el portavoz del PNL.

El PNL pide rehacer el Catálogo de Protección de Arrecife
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