A la vista de las conclusiones del Informe emitido por Antonio Estevan, por encargo del consejero delegado de Inalsa, el Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL)le pide al consejero delegado que deje de gastar dinero encargado informes que no aportan nada nuevo a lo que ya sabemos y que saque a Inalsa de la parálisis en la que se encuentra.
La forma de proceder del consejero delegado es, según el PNL, la siguiente: pedir informes, contrastar opiniones, dudar y no actuar. “Utiliza para ello el doble lenguaje de que es necesario escuchar la opinión de los técnicos para guardarlos luego en una gaveta y no hacerles caso.
Esto lo que el consejero delegado de Inalsa vuelve a hacer en esta ocasión, despilfarrando tiempo y dinero mientras no adopta las medidas que Inalsa necesita para ofrecer un mejor servicio de producción, distribución y reutilización de aguas en Lanzarote. Sirva como ejemplo que el consejero delegado conoce las cuantiosas pérdidas que se producen en la red y no hace falta ningún informe que lo repita, pero el consejero delegado es incapaz de resolver el problema o de mejorar la situación”.
Para el PNL el informe emitido por el Antonio Estevan vuelve a repetir las mismas cosas que ya se sabían sobre Inalsa, aunque propone algunas cuestiones con las que el PNL no está de acuerdo. Contrariamente a lo que propone Estevan, el PNL es partidario de “mantener la planta desaladora de Janubio, aunque sustituyendo el actual sistema de compresión a vapor por el de ósmosis inversa. La razón de mantener esta planta es doble”.
En primer lugar permite diversificar territorialmente los puntos de producción, garantizando el suministro en el caso, no deseado, de que se produjera un accidente en la Punta de los Vientos. En segundo lugar, porque permite atender las crecientes necesidades de suministro de Playa Blanca.
Por otra parte, el PNL cree que la nueva planta desaladora programada (incluida en el Plan Hidrológico Nacional y de 10.000 metros cúbicos de capacidad) debe instalarse también en Janubio.
Asimismo, el PNL cree que la producción, distribución y reutilización de aguas en Lanzarote debe estar en manos públicas, dado el carácter estratégico y de servicio básico que tiene.
