El Gobierno pide a los ayuntamientos mayor control sobre los vertidos al alcantarillado

Fotos: Dory Hernández

Mariano de León, director de Aguas del Gobierno de Canarias, estuvo este martes en Lanzarote en el taller sobre el control de vertidos al alcantarillado urbano.

El director de Aguas del Gobierno canario, Mariano de León, pidió a los ayuntamientos este martes en Lanzarote ejercer un mayor control sobre los desechos industriales que se vierten a la red de alcantarillado a fin de evitar los problemas que provocan en el proceso de depuración del agua y el daño que causan a las plantas de saneamiento. “Los ayuntamientos tienen un reglamento pero no lo aplican”, comentó De León, quien abrió el taller formativo sobre el control de vertidos al alcantarillado promovido por el Ejecutivo. Según él, Canarias en general y particularmente Lanzarote presentan un comportamiento bueno en este aspecto porque no hay muchas industrias que “machacan” la red con productos tóxicos, pero insistió en la vigilancia de las administraciones locales. El Gobierno entregó a los representantes municipales en el taller un pequeño aparato para mediar el ph, la conductividad y salinidad de agua.

De León recordó que la Comunidad Europea, en cumplimiento de la Directiva Marco del Agua y otras normas sectoriales, requiere un inventario y un control de los vertidos de sustancias tóxicas, así como un informe periódico de la situación de los mismos. Con la realización de estos talleres, que se llevarán a cabo en casi todas las islas del Archipiélago, la Dirección General de Aguas está tratando de contribuir a que se cumplan los objetivos de la Unión Europea en materia de vertidos al alcantarillado urbano.

Obras de saneamiento en Arrecife

El representante del Gobierno confirmó que las obras de la red de saneamiento de la capital marchan a buen ritmo y se espera que amabas fases estén concluidas en 2010. Además, dio cuenta del nuevo módulo de desalación de agua que se instalará en la central de Inalsa de Punta de los Vientos. Por otra parte, admitió que después de los trabajos adelantados en el Charco de San Ginés todavía no se garantiza la pulcritud del agua por las filtraciones de algunos pozos negros.