El Gobierno de Canarias se comprometió este jueves con los pescadores de La Graciosa a articular un modelo que garantice el mejor aprovechamiento de los recursos de la Reserva Marina de la Isla y los islotes, e impulsar las reformas normativas que sean necesarias para que pueda tener cabida el marisqueo profesional y compatibilizar estas actividades económicas con la protección del medio marino.
Las consejeras de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pilar Merino; y de Turismo, Rita Martín; junto al viceconsejero de Pesca, Francisco López, y la directora general de Ordenación del Territorio, Sulbey González, mantuvieron durante la tarde de este miércoles diversas reuniones en La Graciosa con el sector pesquero, el club de buceo y el Consejo de la Ciudadanía de la Isla.
Merino recogió las inquietudes del sector e invitó al medio centenar de pescadores a presentar sus propuestas de cara a alcanzar el máximo consenso posible en un documento que permita operar las reformas que sean necesarias en la regulación de esta Reserva Marina, la más grande de Europa.
Ante más de cincuenta pescadores de la Isla, la consejera indicó que es necesario que esta fórmula de protección del medio marino tenga la máxima utilidad para los gracioseros, “pues el fin de la Reserva no es otro que contribuir a garantizar los recursos, pero no podemos permitir que su uso esté en pugna con los intereses de los pescadores, a quienes invitamos a darnos indicaciones para operar los cambios que consideren oportunos”.
Los asistentes, por su parte, criticaron las trabas que se encuentran para la comercialización de pejines, que por sus características no puede pasar por el punto de primera venta, y solicitaron ayudas para profesionalizar una verdadera industria de secado y salazón de peces.
Entre esas necesidades, plantearon la creación de una línea de ayudas para instalar una planta de enlatado, llamada a aportar valor añadido a la producción, que a la vez permitiría diversificar la economía y generar puestos de trabajo en la Isla, a lo que se comprometió la consejera Merino, según una nota oficial.
En relación a posibles problemas del puerto pesquero con el futuro puerto deportivo, Rita Martín llamó a la coordinación y convivencia de ambas actividades, puesto que precisamente es la actividad pesquera la que reúne atractivos para el turista.
En este punto, Merino prometió trabajar siempre de acuerdo con las peticiones del sector, “que son quienes de verdad conocen qué debemos hacer”. Según remarcó, una reserva marina “no debe ser motivo de una lucha constante, sino una oportunidad para una cultura como ésta, permanentemente ligada al mar”.
Promoción al buceo
Ambas consejeras se reunieron también con responsables del club de buceo de La Graciosa, que se quejaron de las restricciones del Plan Rector de Uso y Gestión de la Reserva Marina, que trae como consecuencia una lista de espera de más de 200 personas de todo el mundo que quieren bucear en aguas de La Graciosa.
Al respecto, Merino se comprometió a desbloquear las autorizaciones pendientes, competencia exclusiva de la Viceconsejería de Pesca, que permitirán seguir planificando nuevas inmersiones y organizar campeonatos de buceo observando las normas de uso de la Reserva. El viceconsejero propuso usar el modelo de la reserva marina de El Hierro e impulsar autorizaciones de un año que cuenten con un sistema de control de la actividad que se desarrolla.
La consejera también se comprometió con los responsables del club a impulsar otra zona del litoral aparte de Las Caletillas para hacer bautizos a los buceadores noveles. Además de estos asuntos, se abordaron los problemas de sostenibilidad que generan los erizos de lima en los fondos de la zona, barajando imitar la solución adoptada en el Mediterráneo con la captura de medusas, y estudiar la posibilidad de dar una cantidad económica a los pescadores por kilo de erizo capturado.
