viernes. 29.03.2024

El catedrático de Arqueología de la Universidad de La Laguna, Antonio Tejera Gaspar, ofreció en la tarde de este martes, en el marco incomparable del MIAC-Castillo de San José, una interesante conferencia sobre 'Los normandos en Lanzarote' y los asentamientos de estos expedicionarios europeos en la isla a principios del siglo XV.

Unas 130 personas se interesaron por la charla, organizada por el Cabildo de Lanzarote, a través del Servicio de Patrimonio Histórico que dirige la consejera Carmen Rosa Márquez, y la Asociación Mercedes Medina Díaz. Este acto se celebró, entre otros, al objeto de homenajear la dilatada trayectoria de Tejera Gaspar como docente, que llega a su fin este año, según ha destacado posteriormente el Cabildo en nota de prensa.

Tejera, 'Premio Canarias de Patrimonio Histórico', miembro de la Academia Canaria de la Lengua y, entre otros méritos, autor de numerosos estudios arqueológicos sobre Lanzarote y las Islas Canarias, habló de la conquista de Lanzarote por la población europea, los normandos, así como sobre el primer contacto entre ambas culturas, reflejado en el Le Canarien, crónicas de la conquista de las islas y descripción de los isleños escritas por los frailes Jean Le Verrier y Pierre Boutier, quienes acompañaban a los normandos.

Asimismo, abordó también las excavaciones de San Marcial del Rubicón, situado en las costas de Papagayo como primer asentamiento europeo permanente en el proceso de conquista de Canarias.

Su elección, según explicó, fue tanto por razones estratégicas alejadas de las principales poblaciones de los majos, antiguos habitantes de la isla, como logísticas, debido a la existencia de agua potable y abrigo para las embarcaciones. En la zona, de alto interés patrimonial, se registran elementos de las dos culturas: la aborigen y la europea conquistadora.

Su historia fue efímera pues a finales del siglo XVI estaba ya prácticamente abandonada, una vez que el centro de la vida insular recayó en Teguise.

El abandono también fue provocado porque, como núcleo costero, San Marcial del Rubicón era fácil presa de los ataques piráticos.

Elementos singulares de la misma son los siete pozos conocidos de San Marcial del Rubicón.

Se encuentran situados en el fondo de un pequeño barranco, aprovechando una zona impermeable que permite la conservación del agua durante largos períodos.

Los más importantes son los de San Marcial y el de la Cruz. Una de las hipótesis que se barajan es que existieran desde época prehispánica, aunque fueron construidos por la población conquistadora con mano de obra aborigen.

Toda la zona es de gran interés arqueológico, destacando la rampa empedrada de acceso así como el arco del pozo de San Marcial, además de los grabados del pozo de La Cruz, que incluyen podomorfos y una figura antropomorfa que algunos investigadores atribuyen a la diosa Tanit. Destacan -asimismo- restos de la Torre, que estuvo emplazada en un pequeño espigón sobre la playa, la Iglesia Catedral, con una superficie aproximada de 14 x 7 m, la zona fabril y el área aborigen.

El Cabildo y la Asociación Mercedes Medina Díaz celebran una conferencia sobre 'Los...
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