viernes. 29.03.2024

Fotos: Dory Hernández

“Venimos a trabajar pensando que este día puede ser el último”. Con estas palabras resumía ayer Francisco Ojeda, gerente de la tienda de discos Chácara ubicada en la Calle Real de Arrecife, la situación de inestabilidad en que viven los comerciantes de la zona. Sobre todo, tras el anuncio de desalojo solicitado por el Ayuntamiento capitalino ante el presunto estado de ruina en que se encuentra el edificio. Los comerciantes saben que puede ser el principio del fin pero se mantienen en pie de guerra. Han plantado cara al Ayuntamiento y especialmente al propietario del inmueble, Manuel González.

Tampoco la orden dictada ayer por el Cabildo insular y que prohíbe el acceso directo de “cualquier persona” a la parte alta del inmueble les acobarda en sus acciones. El recurso presentado contra la decisión de desahucio sigue su curso en los tribunales y el asunto “está en manos de nuestros abogados, ahora, espero que prospere favorablemente”, señaló Ojeda, cuyo establecimiento lleva más de 30 años afincado en la capital.

Con unos años menos de presencia en la Calle Real, pero con la misma fuerza para defender lo que considera “un atropello”, Carmen Rosa González Luzardo, encargada de la zapatería Alemani, reclamó “acciones concretas” que eviten la desaparición de los comercios, ya que el cierre de estos locales supondría una quiebra para la economía de los empleados y los responsables de los mismos. “En esta tienda somos cuatro dependientes más el dueño y el resto de comercios está en similares circunstancias. Quiero decir que somos un buen número de trabajadores que nos veríamos en la calle de la noche a la mañana”, apuntó. Al mismo tiempo González Luzardo recordó que el edificio está parcialmente protegido, algo que constata el catalogo provisional de inmuebles protegidos que posee el Ayuntamiento de Arrecife. “La fachada de este edificio está protegida y así lo recoge en el documento de inmuebles catalogados, lo normal es que mantengan eso”, pidió sin ocultar su enfado por lo que está sucediendo.

Por su parte la responsable del Urbanismo en la capital, Nuria Cabrera, señalo que el deseo de su departamento es “agotar todas las posibilidades” antes de recurrir al derribo y una vez ejecutado el apuntalamiento del inmueble. “Sabemos que el techo está totalmente desplomado y que los informes técnicos no nos dan seguridad pero estamos intentando agotar todas las posibilidades y hablaremos con el propietario”, dijo. Cabrera se mostró comprensiva con la situación de los arrendatarios aunque pidió colaboración. “Nos han pedido estar como mínimo hasta el mes de diciembre porque tienen la mercancía de Navidad y lo entiendo. Sin duda se trata de un proceso complicado porque son familias que viven de estos comercios desde hace mucho tiempo”, aseveró a la vez que planteó la opción de “buscar otros locales”.

Una imagen cuestionada

La posibilidad planteada por Cabrera se convirtió posteriormente en una solicitud, está vez, reclamada por la alcaldesa de Arrecife, María Isabel Déniz. La visita realizada por la primera edil a la zona, proponiendo un acuerdo para el traslado de los locales, no ha hecho más que acrecentar el enfrentamiento entre los comerciantes y la Institución. “Es verídico, aunque nadie lo pueda creer, es cierto. La alcaldesa estuvo aquí y nos ofreció locales gratis en nombre de la inmobiliaria Chimada. Yo no voy a decir nada más pero está claro que aquí no está todo dicho”, apostilló la encargada de la zapatería. Por su parte la responsable de la joyería entiende que “se ha coaccionado” la libertad de los comerciantes. Una opinión que comparte Francisco Ojeda. “Nos dieron cuatro días y el lunes vinieron los agentes de la Policía Local para dejar constancia en el Ayuntamiento de que el local seguía abierto”, expresó el gerente de Discos Chácara, uno de los establecimientos más antiguos de la Calle Real.

Reformas y seguridad para el cliente

Desde el Consistorio que dirige María Isabel Déniz alegan que los informes realizados por los técnicos “alertan sobre las preocupantes condiciones” en cuando al estado del inmueble, como explicó la edil de Urbanismo. Sin embargo, los trabajadores y responsables de los locales comerciales declararon que la planta baja “está en perfecto estado” y que “no supone ningún peligro” para la seguridad e integridad “ni de los empleados ni de los clientes”, manifestó la responsable de la Calzados Alemani, también en los bajos del antiguo Hotel Oriental.

González Luzardo, gestora del local desde hace varios años, señaló que en este tiempo “se ejecutado diversas reformas y adaptaciones” que facilitan la movilidad del usuario. “No hay ningún tipo de riesgo. Es más si no fuera así seríamos los primeros en denunciarlo. Es cierto que hemos solicitado arreglos en la azotea y se han negado pero inminente ruina no hay”, sentenció. La misma postura mantiene Angelita Pérez, encargada de la joyería contigua. “Llevo aquí 32 años y hasta ahora no ha habido ningún peligro. Los clientes entran y salen y no se siente ningún miedo”.

Y es que con toda la polémica surgida en este asunto los consumidores también han tomado partido. “Los clientes nos muestran su apoyo y mucha gente se ha acercado a darnos ánimo”, concluyó Francisco Ojeda.

El Cabildo prohíbe el acceso a la planta alta del antiguo Hotel Oriental
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