Mientras las asociaciones de consumidores piden incesantemente al Parlamento de Canarias el cambio inmediato de la Ley de Comercio para estimular la competencia a fin de bajar los precios de la cesta de la compra, el Cabildo de Lanzarote cree que ese esfuerzo puede perderse si la Comunidad Autónoma no se adapta primero a la Directiva Bolkestein, ley comunitaria sobre liberalización de los servicios en el mercado interior. “Hay que adaptarse a la Directiva y luego sí retocar la Ley de Comercio”, comentó la consejera de Comercio y Consumo, Lourdes Bernal.
Bernal supone que el Gobierno de Canarias continúa con la ronda prometida de consenso para tratar el asunto, aunque no tiene noticias nuevas de Jorge Rodríguez, consejero del Área del Ejecutivo regional. El plazo máximo de adaptación a la Directiva vence el 29 de diciembre de 2009 pero el Gobierno canario confía en que antes de esa fecha esté aprobada la nueva Ley de Comercio. Una vez que cabildos, municipios, comerciantes y consumidores de Canarias expongan su parecer y aspiraciones, la Comunidad estará en condiciones de proponer la nueva Ley de Comercio que trasponga la Directiva Bolkestein. De hecho, el Gobierno, aunque toma algunas medidas para apaciguar los precios abusivos, se decanta por aprobar la nueva ley para entonces implementar acciones de fondo.
Objetivo de la Directiva
La directiva Bolkestein pretende simplificar los procedimientos administrativos, eliminar el exceso de burocracia y, sobre todo, evitar las discriminaciones basadas en la nacionalidad de aquellos que intentan establecerse en otro país europeo para prestar servicios. Para alcanzar estos objetivos propone la creación de "ventanillas únicas" donde los prestadores de servicios puedan llevar a término todas las formalidades necesarias, la posibilidad de completar estos procedimientos por medio de Internet, la eliminación de requisitos burocráticos inútiles, autorizaciones discriminatorias y discriminaciones basadas en la nacionalidad.
