FOTOS: DORY HERNÁNDEZ
El Ayuntamiento de Arrecife aprobó este viernes el inicio del expediente de declaración de zona saturada de ruidos, con el beneplácito de todos los grupos políticos. Una vez que se hayan superado todos los trámites, en los que está incluido un periodo de 15 días de alegaciones, los propietarios de bares y restaurantes localizados en la zona delimitada como sensible deberán insonorizar correctamente sus negocios, si no lo están, y el Consistorio no otorgará más licencias para actividades comerciales ruidosas a partir de la declaración. La zona abarca desde la Avenida Marítima (El Reducto) hasta la calle Triana, (subiendo) y desde las calles Alférez y Cabrera Tavío hasta la calle Méjico. El concejal del PNL, Pedro de Armas, estima que son más de 500.000 metros cuadrados los afectados por la decisión del Consistorio. Los negocios que incumplan la normativa tendrán que desplazarse a zonas alejadas del entorno vecinal.
Hacer cumplir la ordenanza
Antes de adoptar esta decisión, el Ayuntamiento también aprobó la modificación de la ordenanza municipal de protección al medio ambiente contra la emisión de ruidos y vibraciones. La lectura del Dictamen estuvo precedida por un hecho histórico en la Corporación: dos vecinos de la capital,Paca Duque y Pablo Betancort, dispusieron de 10 minutos cada uno en el pleno para exponer sus quejas y sugerencias relacionadas con los escándalos y las consecuencias que éstos producen en la salud y tranquilidad de los ciudadanos. A pesar de que el Reglamento de Participación Ciudadana del Ayuntamiento permitía este tipo de intervenciones desde 2004, sólo este viernes se vio un ejemplo práctico en una sesión plenaria. Los partidos felicitaron al grupo de gobierno por permitir abiertamente la expresión ciudadana. Con las dos medidas adoptadas, el Ayuntamiento aplicará mano dura a los ruidosos.
No se trata de quitar el ocio
Enrique Pérez Parrilla, alcalde de la capital, aclaró que la Administración no pretende coartar el deseo de los ciudadanos que a menudo salen de fiesta, pero subrayó que el Ayuntamiento tiene que hacer cumplir la ley y de paso evitar el desmadre que se está dando en algunos sectores. Alternativa recordó que otros comercios distintos a bares y restaurantes también infringen la ordenanza contra la emisión de ruidos. En este sentido, el alcalde prometió mayor control a negocios que tienen otro objeto social pero que también emiten ruidos por encima de los niveles permitidos.
Pocos medios
Antonio Hernández, primer teniente de alcalde, explicó que se está trabajando no sólo para evitar el ruido, sino en el control del horario de cierre de los negocios. Sin embargo, admitió que el Ayuntamiento cuenta con pocos recursos materiales para medir los decibelios. Según denunció Alternativa, el anterior grupo de gobierno engavetó los procesos abiertos por la Policía Local. “La Policía ha hecho mucho por las sanciones pero los responsables políticos las dejaron en el cajón”, comentó Andrés Barreto, quien propuso la figura del Defensor Ciudadano. Las fuerzas políticas coincidieron al exigir el estricto cumplimiento de lo que está ordenado. El PNL se mostró sorprendido porque a pesar de las suspensiones cautelares, los locales incumplidores de la ordenanza continúan abiertos.
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