viernes. 29.03.2024

Por Damián Peña

Delegados socialistas de toda España y de las agrupaciones del partido en América y Europa se reunieron hace dos semanas en Madrid para debatir la Ponencia Marco, aprobar o rechazar las miles de enmiendas que las diferentes agrupaciones locales del Partido Socialista habían remitido y, finalmente, para elegir a la nueva Ejecutiva Federal que dirigirá al PSOE durante los próximos cuatro años. No cabía esperar grandes sorpresas, pero al final la elección de Leire Pajín como nueva Secretaria de Organización si que supuso un hecho inesperado. Creo que este 37º Congreso pasará a la historia del PSOE como el congreso en el que se inició la incorporación de la generación de los ahora treintaañeros a la dirección del PSOE, visualizada en la persona de Leire Pajín.

Desde que ingresé en 1985 en el Partido Socialista, concretamente en su Federación Europea (en esa época vivía en Alemania) he podido asistir a unos cuantos congresos federales, unas veces como delegado y otras, como en esta ocasión, en calidad de invitado. Recuerdo especialmente el 35º Congreso, donde resultó elegido Secretario General, José Luis Rodríguez Zapatero. Tengo que admitir que no lo voté. Podría decir que lo voté, que siempre me pareció el candidato ideal, y demás, pero soy sincero. Opté por otro de los candidatos.

La tarde antes de la votación en ese histórico 35º Congreso, y de la mano, de Pepe Blanco, nos recibió José Luís Rodríguez Zapatero en uno de esos despachitos que la organización del Congreso había asignado a cada candidato. Éramos 12 los delegados de la Federación Europea y de la Coordinadora del PSOE en América. Salimos algo decepcionados de aquel candidato pálido y nervioso que nadie conocía y al que pocos concedían posibilidades de salir victorioso de ese congreso. No nos convenció en absoluto. Para muchos seguía siendo el joven diputado de León que aspiraba a hacerse un hueco dentro de la dirección del partido, quizá para lograr ser portavoz del Grupo Parlamentario Socialista. Eso es lo que se comentaba, se hablaba por los pasillos.

Sin embargo, su intervención de presentación de candidatura ante el pleno fue un descubrimiento. El descubrimiento de un líder nuevo, capaz de integrar y de ilusionar. Y eso es lo que más falta le hacía al PSOE en esos momentos, un líder dispuesto a superar barreras internas y que simbolizara otro estilo, otra forma de hacer política, totalmente distinta de la que ofrecía el PP de Aznar, con su autoritarismo y su incapacidad de diálogo con la sociedad.

Zapatero fue el único de los candidatos que mencionó en su intervención en el 35º Congreso a todo tipo de colectivos y de grupos sociales y profesionales, también hizo aludió a los españoles residentes en el exterior y a las agrupaciones socialistas del exterior. Y entusiasmó frente al discurso “españolista”, tradicional y muy seguro de su victoria de José Bono. El voto de la Federación del PSOE en Europa, de la que yo era Vicesecretario General, se dividió y se repartió entre las diferentes candidaturas.

José Luis Rodríguez Zapatero supuso un cambio real en el PSOE, la muestra viva y palpable de que los Congresos no están “atados” y ya decididos antes de empezar. El PSOE de hoy es el PSOE que ha marcado y moldeado Zapatero, convirtiéndolo en un partido moderno, ágil y, sobre todo, comprometido de forma total y absoluta con el objetivo de transformar nuestra sociedad, siguiendo los principios y valores de justicia social, igualdad y tolerancia. El PSOE es el partido de las reformas sociales, eso es innegable e indiscutible. De este congreso han salido impulsos importantes. Pronto los notaremos.

Los congresos son una buena ocasión para saludar y hablar con los compañeros. Felicité a Juan Fernando López Aguilar por su candidatura al Parlamento Europeo. Independientemente de que uno comparta o no sus planteamientos, creo que nadie dejará de reconocer que es uno de nuestros mejores políticos, en Canarias pero también a nivel nacional. Tenerlo al frente de nuestra candidatura al Parlamento Europeo es todo un lujo. A los socialistas canarios desde luego que nos va a motivar plenamente a emplearnos a fondo en la próxima campaña electoral europea. Tendremos uno de los nuestros en Europa.

Al final, los congresos son agotadores, tanto que no te dejan tiempo para nada. Quiere uno aprovechar el tiempo al máximo para hablar con este y aquel, decirles esto y lo otro, invitarles a alguna actividad, tanto que, al final, terminas todo con un montón de cosas pendientes. Pero los congresos son, por lo menos para mí, una buena ocasión para cargar pilas y emocionarte con puño en alto y cantando La Internacional.

El 37 Congreso Federal del PSOE
Comentarios