Se acabó el mal trago. Edén Galván y Miguel Ángel López ya están camino a España después de oír este miércoles la sentencia que les condena a 3.800 euros cada uno por ultraje a la bandera letona pero les absuelve de la cárcel si no cometen delitos en el país durante los próximos seis meses. No hay problema, los chavales no piensan volver más a Letonia, al menos “en una temporada larga”.
Miguel Ángel López, junto a su madre y Edén Galván, a su llegada al aeropuerto de Málaga tras su detención en Letonia.
Así lo confirmó a ACN Press el cónsul español en el país báltico, Bernardo López, quien ha estado con los chicos desde el primer momento. Asegura que la sentencia dictada por el magistrado del juzgado de lo penal número 9 de Riga es una “copia” del acuerdo alcanzado justo el día antes por la Fiscalía y el abogado defensor, en la que los muchachos reconocían su culpa para evitar sanciones más severas.
Evidentemente, tanto Edén como Miguel Ángel se han mostrado muy contentos porque acabara esta pesadilla en la que se han visto envueltos desde el día en que se les ocurrió ponerse a jugar con la banderita letona. Tras la lectura de la sentencia, el teléfono de contacto de Edén se encontraba apagado, algo lógico porque ya había mostrado a esta agencia en días anteriores su “cansancio” por el ‘marcaje' mediático al que se ha visto sometido en los últimos meses.
En una de sus últimas declaraciones públicas aseguraba estar “feliz” por haber podido volver a casa tras conseguir el permiso de las autoridades letonas pero no ocultaba estar “asustado” porque, y pese al optimismo de su abogado, aún le quedaba el último escollo: volver al país báltico para afrontar un juicio por el que, en el caso de que hubiera sido declarado culpable y condenado a la pena máxima, hubiese pasado seis años en prisión.
Diplomacia
En cuanto a la labor de la diplomacia española, Bernardo López reconoce que la Embajada se ha empleado a fondo, ya que hubo “una parte delicada” al principio del caso debido a las circunstancias de la detención.
“Se les detuvo de una manera especialmente brusca, no se respetaron una serie de derechos procesales y efectivamente tuvimos que emplearnos a fondo en la Embajada para que se respetasen una serie de derechos, como la necesidad de un traductor en la vista preliminar o las condiciones de las cárceles”, comenta.
Pero no fueron las únicas “batallas” a las que se enfrentó la Embajada para intentar mejorar las condiciones del proceso a estos chicos, ya que la primera, y más importante, fue la que consiguió que se les concediese la fianza y el posterior permiso para poder regresar a España.
En cuanto a la sentencia, explica que es una pena suspensa, lo que implica que si no cometen ningún delito en los próximos seis meses en Letonia no tendrán ningún problema, aunque si lo tendrían de lo contrario, algo que López piensa que no va a ocurrir porque “no piensa volver al país al menos en una temporada larga”.
