Hace muchos años que el hoy ORGANISMO SOCIAL CANARIO "TITEROYGAKAT", la CONFEDERACIÓN VECINAL INDEPENDIENTE DE CANARIAS (COVEINCA), e infinidad de colectivos y particulares hemos venido exigiéndola aplicación en Canarias de una LEY de RESIDENCIA, es decir, de una ley que regule el establecimiento de inmigrantes en Canarias. Sin embargo, desde el Poder español y de casi la totalidad de los partidos políticos siempre se ha negado esta posibilidad, manifestando que serla inconstitucional tal aplicación, además de vulnerar los acuerdos aprobados en Europa sobre la libre circulación de personas en todo el territorio de la U.E. Parece que no se ha tenido en cuenta la fragilidad y reducida capacidad de nuestro territorio, ni tampoco han puesto atención al clamor de muchos ciudadanos, así como el de algunos sensatos y honrados políticos. Tampoco han valorado la justificada y racional recomendación de la UNESCO en que advierte de que la superpoblación en pequeños territorios es cuatro veces más dañina que en las grandes plataformas continentales".
Para quienes nos tratan de xenófobos y radicales por mantener nuestra firme decisión de exigir que se impida la masiva y descontrolada arribada de inmigrantes; para quienes intenten que aceptemos pasiva y sumisamente la avalancha de personas llegadas desde los cinco Continentes, sin exigir nuestros derechos fundamentales, les contestamos con un rotundo y expresivo corte de mangas, ya que, ante calificativos tan ofensivos y mendaces es la única respuesta que hallo más adecuada.
La prueba de que no existe un control exhaustivo sobre la llegada de extranjeros, está claramente demostrado por la infinidad de elementos mafiosos, sumamente peligrosos, que se cuelan, junto al resto de inmigrantes honestos, por puertos y aeropuertos, especialmente. Mas, no se me ocurrirá culpar a las Fuerzas de Seguridad encargadas de tales controles, sino a las normas benignas establecidas, que no permiten actuar a loa agentes con la radical contundencia que la situación que estamos viviendo requiere.
También suelen tratar de intolerantes a todos los ciudadanos que nos negamos a aguantar los escándalos de quienes alteran la tranquilidad y el sosiego, el descanso y la paz de nuestros hogares. De alarmistas, porque alertamos, con todo nuestro derecho, del tráfico de drogas en la vía publica, y porque exigimos de las Autoridades Gubernativas que se reimplante la UNIDAD ESPECIAL DE POLICÍA en las puertas o aledaños de los CENTROS ESCOLARES, y que tan excelentes resultados aportó, para tranquilidad de los familiares de alumnos y del resto de los vecinos.
RIPIOS COMO EPÍLOGO
¡¡NOS LLAMAN INTOLERANTES!!
Nos llaman intolerantes
por luchar contra el bandido,
el granuja, el mandante
y el político “podrido”.
Nos llaman intolerantes
y también insolidarios,
por denunciar casi a diario
el delito galopante.
Nos llaman intolerantes
porque exigimos, ¡urgente!,
una Ley de Residentes
que controle al inmigrante.
Nos llaman intolerantes
porque somos consecuentes:
GUERRA A LOS DELINCUENTES,
AL LADRÓN Y AL TRAFICANTE.
Nos llaman intolerantes
y también insolidarios,
los que creen que los canarios
tenemos eterno aguante.
Nos llaman intolerantes
Porque la Ley de Menores
decimos que es fabricante
de futuros malhechores.
¿NOS LLAMAN INTOLERANTES?
¿NOS CULPAN DE INSOLIDARIOS?
NOS RESULTA TEMERARIO
QUE UNOS GRUPOS DE IGNORANTES
USEN UN VOCABULARIO
TAN MANIDO Y TAN PEDANTE.
