viernes. 19.04.2024

Nos hemos enterado este martes y todavía no salimos del asombro. A falta de que la oposición del Cabildo haga la correspondiente nota oficial en la jornada del miércoles, a falta de que se confirme la noticia que nos confirmaban fuentes de toda solvencia, sometidos como podemos estar al error de la precipitación informativa, podemos adelantar y adelantamos que el equipo de gobierno de la Primera Corporación insular sigue adelante con su curiosa forma de afrontar la crisis económica que padecemos todos, incluyendo a la institución que preside (no sabemos muy bien cómo) doña Manuela Armas. Seguramente que don Carlos Espino y compañía nos acusarán de demagogia cuando sepan que estamos denunciando una vez más la aparición de dos resoluciones firmadas por la presidenta del Cabildo en las que se adjudica mediante procedimiento negociado sin publicidad -es decir, a dedo- más de 60.000 euros. La demagogia de la que nos acusan tiene que ver con nuestro asombro al comprobar cómo se las gastan unos políticos que lo primero que hicieron nada más llegar al Cabildo fue subirse el sueldo, y lo segundo hincharse a dar ayudas de este tipo para comprar entradas para el concierto de Chayanne, para intentar colocar a gente vinculada con el PSOE en el departamento de Asuntos Sociales o para otras machangadas que lo único que persiguen es el pago de favores políticos. Como la cantidad en sí supera el límite para no tener que hacer concurso, se divide por la mitad. Lógica matemática. Primero aparece una resolución sobre asesoramiento jurídico de la presidenta -necesita mucho asesoramiento, vive Dios- relacionado con la tramitación del nuevo Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT), todo por la módica cantidad de 30.050 euros. Podemos apostar a quién se le va a adjudicar el chollo. La segunda resolución, también por el mismo importe, tiene que ver con la contratación de un arquitecto que sirva de enlace entre el Cabildo y el equipo redactor del nuevo PIOT. ¿De enlace, de enlace de qué, de enlace para qué? Es una vergüenza de proporciones increíbles, y no sabemos muy bien a qué espera este adormecido pueblo para reaccionar de una vez ante tanto atropello de nuestros representantes públicos. Luego se permiten el lujo de presentar unos presupuestos en los que se va casi todo en gastos corrientes y en gastos de personal, para pagar a tanto enchufado y a tanto asesor como hay, un presupuesto en el que hay 12 millones de euros menos en inversión que en el año anterior, que ya fue flojo. Lamentable, muy lamentable.

¡ESCÁNDALO EN EL CABILDO, MÁS RESOLUCIONES EN TIEMPOS DE CRISIS!
Comentarios