Los que conocen a la gente que conforma esta empresa saben perfectamente la pasta con la que estamos hechos, la pasta con la que se forjó un proyecto que en muy poco tiempo está cosechando unos resultados espectaculares, todo gracias a la confianza y el seguimiento de unos ciudadanos que saben valorar el esfuerzo que cada día se hace para llevar la mejor y más variada información hasta sus hogares. También los que nos conocen saben que en términos pujilísticos somos auténticos encajadores, capaces de aguantar todo tipo de golpes, incluso los que vienen a traición, que no son pocos. Ahora bien, todo tiene un límite. El grupo de profesionales que está detrás de Crónicas (en su versión de papel y digital), de Lanzarote Radio y de Canal (L) -una televisión que estará muy pronto a pleno rendimiento y que va a dejar a más de uno con la boca abierta-, se merece el respeto que algunos se empeñan en no dar, todo además por la defensa de oscuros y bastardos intereses que poco a poco se irán conociendo. El colmo de los colmos ha sido la información que ha llegado hasta esta redacción y que tiene como protagonistas a dos personajes de baja estofa que responden al nombre de El Godo y la Liliputiense. Estos dos miserables se han dedicado a intentar difamar y calumniar el buen nombre de esta sociedad. Ya no vamos a pasar ni una más, y los tribunales de justicia serán los que determinen el curso de los acontecimientos a partir de ahora. Hemos recogido numerosos testimonios que corroboran una triste versión de unos lamentables hechos que les contaremos más adelante cuando haya sentencia judicial. Lo más triste es que creemos que estos dos no han actuado precisamente por impulso propio. El tiempo colocará a cada uno en su sitio.
