Y si del PP estamos hablando, si de asuntos controvertidos tenemos que informar, qué se puede decir del expediente de expulsión del parlamentario Alejandro Díaz, uno de los culebrones de este otoño-invierno. Fuentes cercanas al caso nos han contado muchas cosas, ratificando lo que ya dijimos en su día, que Alejandro Díaz todavía no está expulsado, como le gustaría a muchos miembros de la gestora, y es posible que no lo esté en el futuro. Nos cuentan estas mismas fuentes que desde el Comité Regional de Derechos y Garantías que preside el lanzaroteño Fernando Figuereo se han hecho varias llamadas a Madrid al objeto de preguntar y preguntar por la tramitación de lo que para ellos no es más que un trámite. De hecho, en Canarias dan por seguro que cuando se propone una expulsión de un miembro del partido esta se ejecuta sin más. Pues están muy equivocados, en Madrid tienen desde hace tiempo la mosca detrás de la oreja con el PP canario. Poco o nada está gustando en la calle Génova que el nombre del partido se asocie a posibles casos de corrupción como es el caso eólico, en el que no olvidemos que está implicado el hermano del presidente del PP canario, Luis Soria. Por eso, y porque Alejandro Díaz todavía cuenta con algún amigo en la cúpula directiva de la formación a la que ha dedicado los últimos años y de la que fue elegido presidente por abrumadora mayoría en el último congreso insular, el tema se está analizando con detalle. ¿Habrá alguna sorpresa, se tropezarán los representantes de la gestora con la desagradable noticia de que Alejandro Díaz no es expulsado finalmente como a ellos les encantaría que ocurriera, se volverá por cierto a regañar a otros compañeros por hacer declaraciones públicas en apoyo de su antiguo líder?
