sábado. 20.04.2024

Poca gente tiene dudas a estas alturas de que detrás de la última actuación del alcalde de Haría, José Torres Stinga, para cobrar el dinero que le adeuda el Cabildo a su Ayuntamiento en concepto de canon impagado hay un trasfondo político evidente. Él, que además va colocando ya en su lista a medios afines y no afines (tipo Espino), lo ha negado por activa y por pasiva. Ya nadie le cree, sobre todo porque su insólita pretensión de gestionar la Cueva de los Verdes ataca de forma directa a quien va a ser sin duda alguna candidato a la presidencia del Cabildo por Coalición Canaria (CC) en las próximas elecciones. Pedro San Ginés, y no Inés Rojas como él pretende, será el cabeza de lista, y se lo ha ganado a pulso, aguantando sobre todo cosas tan insólitas como las que plantea su “compañero” con la única intención de seguir echando leña a un fuego que algunos dan por apagado.

Nos cuentan que al presidente del Cabildo le dieron ganas de salir de forma inmediata a responder la provocación de turno. Le calmaron y le convencieron de que la mejor forma de actuar es la de siempre, la pacífica, la de volver a poner la otra mejilla. Eso no impidió que algunos compañeros como Luis Celestino Arráez o Juan Antonio de la Hoz se despacharan a gusto contra el teórico líder de CC en Haría, llamándole, en lo más suave de su discurso, "niño malcriado".

La misión de Torres Stinga parece no ser otra que volver a meter follón en Coalición, follón en tiempos difíciles y decisivos en los que la formación que controla su amigo Paulino Rivero se juega mucho. Y lo está haciendo con todas las armas, incluso con las de la mentira, beneficiando al resto de partidos, que se frotan las manos ante la contemplación de semejante disparate. De lo contrario no se explica cómo en el segundo párrafo de la carta que envía al Cabildo suelta sin sonrojarse lo más mínimo que “sin que se conozcan las razones” lleva más de un año sin cobrar de los Centros Turísticos. ¿Cómo que sin que se conozcan las razones? Claro que se conocen: las razones no son otras que las que tienen que ver con la gestión que llevó a cabo quien ahora parece ser íntimo amigo suyo, el secretario general de los socialistas, Carlos Espino. Mucha gente se pregunta por qué no actuó con esa contundencia cuando Espino estaba arruinando la empresa pública, cuando gastaba cantidades millonarias en hacer cocinas, en pagar sobresueldos y gratificaciones, en pagar asesores que no pisaban la sede de la empresa, en pagar alquileres como el de Los Aljibes para no hacer uso del recinto, en pagar a medios de comunicación afines en publicidades de dudosa o nula efectividad… Entonces no hizo nada, o casi nada, alguna pequeña queja, y eso sí, jamás perjudicando los intereses de una Coalición Canaria que entonces controlaba.

Para que se entienda mejor la connivencia entre Torres Stinga y Espino basta con leer las declaraciones que este último ha hecho al diario La Provincia y que se publican en la edición de este miércoles:

“El secretario general del PSC de Lanzarote, Carlos Espino, aseguró ayer que el principal objetivo del grupo de gobierno del Cabildo debe ser el de evitar la quiebra de la gestión conjunta de los Centros Turísticos (¡échenle guindas al pavo!). Por tal motivo, instó al presidente de la corporación, Pedro San Ginés, a respetar a los acreedores de los Centros y a sentarse a negociar con los alcaldes. Espino no dudó en calificar de altanera y prepotente la actitud que ha tenido el presidente del Cabildo con el alcalde de Haría cuando lo único que había hecho hasta ahora era reclamar el dinero que se le adeudaba. El líder socialista está convencido de que el alcalde de Haría está dispuesto a negociar con el Cabildo pero siempre que la oferta de pago sea creíble”.

Más claro el agua: ¿cómo sabe Espino que el alcalde de Haría está dispuesto a negociar, cómo sabe además que la condición es que la oferta de pago sea “creíble”, cuándo han conversado para establecer semejante estrategia? Esto cada día se va viendo más clarito, y más que queda por ver. Siguiente capítulo, el lío de los hoteles.

EL COMPAÑERO TORRES STINGA
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