Es evidente que el Partido Socialista Obrero Español, eso que llamamos todos PSOE, se ha pacomartinezsoriarizado. El éxito del “no es no” de Pedro Sánchez ha calado hondo, y parece que en diferentes rincones de la geografía hispánica empiezan a tomar buena nota de ello.
Es el caso de la alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta, una mujer que todos sabemos que llegó de rebote a un puesto que a juicio de muchos le queda grande y que parece tener claro que no va a ser la cabeza de cartel del PSOE en las próximas elecciones. De lo contrario nadie con dos dedos de frente puede entender su empeño en quedar permanentemente mal con la ciudadanía a la que representa.
Volviendo a lo del “no es no” de Pedro Sánchez, es evidente que la estrategia de mantenerse firme en la defensa de los argumentos de uno aunque el uno sepa que no tiene razón está triunfando en las filas socialistas. “Si a Pedro le ha ido bien y le han votado masivamente contra viento y marea en las primarias, al resto nos tiene que ir igual”, debe pensar De Anta cuando se mantiene firme en sus postulados en defensa de un cierre absurdo, impopular e injusto de la única vía de acceso al litoral de la tercera capital de Canarias.
Es evidente que la nueva Doña Erre que Erre, que podría perfectamente hacer el papel femenino de la entrañable película ahora de Cine de Barrio que protagonizó el inmortal Paco Martínez Soria, tiene una estrategia. Ella o los que están detrás. Muchos creen que el ínclito Carlos Espino. Yo ni lo sé ni me importa. Lo que sí que sé es que de último se percibe cómo el argumentarlo socialista está tratando de generar un debate en la sociedad lanzaroteña entre ricos y pobres, la lucha de clases de toda la vida. Están enfocando el cierre al tráfico de la Avenida de la capital como una defensa de los intereses del proletariado frente a los intereses de un grupo minúsculo de ricachones que se han atrincherado detrás de los cómodos asientos de su Real Club Náutico, del Casino de toda la vida.
No me parece un error de estrategia. Al contrario. Es más, habrá muchos vecinos de la Isla que pueden comprar este argumento. Parece hasta inteligente. Es la única forma de justiciar lo injustificable. Ahora, cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que detrás del empeño de la alcaldesa y de su minoritario grupo de mantener esa arteria primordial cerrada al tráfico se esconden cuestiones que nada tienen que ver con la lucha de clases. Al contrario. Parece que el PSOE está trabajando al servicio de intereses del capital. De un capital distinto al que en teoría les debe nutrir a ellos cuando llegan las campañas. Porque no olvidemos que aunque en España se disimula de forma absurda lo de la financiación de los partidos, todos los partidos necesitan perras para realizar sus campañas, y alguien las pone. Y es legal. Ahora, lo que no puede ser es que para defender a esos que no sé por qué se están beneficiando del cierre de esa carretera se esté perjudicando a la inmensa mayoría de la población residente, a no pocos visitantes y se esté yendo en contra de lo que han determinado el noventa por ciento de las personas elegidas en las urnas y con representación en el Ayuntamiento de la capital.
Una mujer que viene de los colectivos sociales tiene que saber que el respeto a la opinión de los demás es muy importante, mucho más cuando los demás son más. Su actitud, como he oído por ahí en alguna tertulia radiofónica, recuerda al vengativo José Manuel Soria. Casi todos estábamos en contra de las prospecciones petrolíferas, pero él se empeñaba en hacernos ver que se iban a hacer por nuestro propio bien. Y se hicieron. Ahora Doña Erre que Erre se empeña en convencernos de que no abre la Avenida por nuestro bien, y no la abrirá.
