Allí, en un rincón del de la terminal T2 del aeropuerto conejero ayer, a las 8 y unos minutos de la mañana de ayer, Dimas e Ignacio González parlaban animadamente de política. ¿De qué cosas de la política? No hace falta ser un águila para entender que se habló de pactos, de no pactos y a lo peor hasta de la Biblia en pasta. Al concluir el animado parloteo Nacho se mostraba feliz, contento del resultado de ese encuentro. Nosotros creemos que si la cosa llegó a los oídos castos de Román Rodríguez no será motivo de satisfacción alguna por cuanto Nacho y Román no son precisamente amigos entrañables. Si se produjera un acuerdo PIL-CCN las expectativas de Román se verían disminuidas. En fin, que lo dicho, dicho queda con toda la reserva del mundo porque en política dos y dos no son cuatro y las promesas de hoy se pueden truncar mañana en esperpénticas realidades.
Nadie nos puede negar que se produjo el encuentro en el lugar mencionado y nadie nos puede negar también de que se habló de lo antes dicho y si encima Nacho salió feliz del encuentro pues es porque algo alimentaron sus aspiraciones de contar con el PIL como aliado electoral. ¿Dimas también quedó feliz? Sólo Dios y él lo saben y al respecto resultan ser bastante pocos comunicativos en la hora presente. En fin, tiempo al tiempo. Y no sé qué tal sonará esta alerta en las filas del PNL, efectivamente eran de los que sonaban como futuros aliados del PIL en la confrontación electoral de Mayo.
