viernes. 19.04.2024

Tras aterrizar en Lanzarote procedente de Lima, Perú, José Bernardo Monje Prada, el nuevo comisario jefe de la Policía Nacional en Arrecife, se ha encontrado con un destino en el que pretende poner en marcha la que dice que siempre ha sido su verdadera vocación policial: el servicio al ciudadano. A sus 61 años de edad, Monje pretende retirarse y pasar a la segunda actividad en la Isla, donde ya ha descubierto que, como en la mayoría de las comisarías locales, faltan efectivos y recursos pero donde espera, a través de la colaboración ciudadana, mejorar los índices delictivos de la capital lanzaroteña.

José Bernardo Monje Prada, en su despacho de la Comisaría Local de Puerto Naos, en Arrecife.

FOTOS: DORY HERNÁNDEZ

- ¿Cuáles han sido sus impresiones principales en cuanto a la seguridad en la Isla tras su primera toma de contacto con Lanzarote?

- Pues me he encontrado con unos índices de delincuencia que están relativamente bien. Son niveles tolerables pero que, por supuesto, deben mejorarse a partir de ahora. De hecho, las cifras de este año, comparadas con las del anterior, demuestran que han descendido los delitos y ha aumentado la resolución de éstos.

- ¿Cuál cree que es ahora mismo el principal problema de Arrecife en materia de seguridad ciudadana?

- Pues sin duda alguna la sustracción en el interior de vehículos. Es un tipo de delito que ha aumentado bastante en los últimos tiempos, y que también tiene que ver con ese sentimiento generalizado de los ciudadanos que, con poca precaución, se confían y dejan objetos en sus coches, despertando la tentación del delincuente. Pero en cualquier caso, ya hay diversos efectivos a los que se les ha encomendado la reducción del ratio de este tipo de delitos. Otro aspecto preocupante son los casos de malos tratos. Arrecife supera la media nacional y estos casos son particularmente numerosos aquí, aunque de momento no he tenido tiempo de comprobar si se trata de algo coyuntural o que siempre pasa.

- ¿Qué puede decirme sobre los recursos y efectivos que ha encontrado a su llegada a la Comisaría Local de Arrecife? ¿Está satisfecho? ¿No es cierto, tal y como han denunciado los sindicatos SUP y CEP que la Policía Judicial carecía de vehículo para desarrollar su trabajo?

- Bueno, la verdad es que difícilmente habrá un jefe contento totalmente con los efectivos y recursos que se le brindan. La situación no es preocupante, pero más que actualizar los catálogos de efectivos, habría que completarlos hasta llegar a coparlos al cien por cien. El problema es que no hay demasiados agentes que persigan este tipo de destinos. Hay cosas muy positivas en Lanzarote, pero también otras bastante negativas, como la lejanía, la insularidad, el coste de la vida... En cuanto a las carencias de la Policía Judicial, lo cierto es que ha habido problemas con algún vehículo, pero es algo normal que los coches se estropeen y haya que arreglarlos o renovarlos.

- ¿Está contento con la nueva comisaría de Arrecife?

- También es cierto que la nueva comisaría adolece de ciertos aspectos. Por poner un ejemplo, no tenemos acceso al manejo de las banderas de la fachada, con lo que habrá que modificar algunas cosas sobre la funcionalidad del edificio. Pero en cualquier caso, la apertura del nuevo edificio fue también uno de los motivos que me hicieron definirme por Lanzarote.

- ¿Y quién le propuso la idea de recalar en Lanzarote tras ser jefe del Área de Cooperación Internacional de la Secretaría del Estado de Seguridad?

- Pues desde la Jefatura Superior de Policía de Canarias me lo propusieron, aunque todavía tenemos pendiente de celebrar una reunión con la nueva jefa superior, con la que también he trabajado. Yo he estado durante los últimos cinco años en Lima, Perú, como agregado de Seguridad del Ministerio del Interior. He venido voluntariamente después de una serie de vicisitudes personales y valorando también los beneficios de este destino y su clima para la salud. De momento estoy en comisión de servicios pero es sólo un aspecto puramente administrativo, y en cuanto salga el concurso, pasaré a ocupar la plaza con toda normalidad.

- Durante el verano ha existido cierta psicosis entre los ciudadanos tras una serie de robos perpetrados en el interior de viviendas. ¿Qué puede comentar al respecto?

- Pues que en Arrecife no es el delito que más preocupe, aunque sí que afecta a la sensación generalizada de seguridad que puedan tener los vecinos. Por darle alguna cifra, del 1 de enero al 1 de septiembre del año pasado los robos con fuerza ascendieron a 335 en Arrecife, mientras que este año durante el mismo periodo la cifra ha bajado hasta los 200, lo que supone un importante descenso.

- ¿Tiene constancia de los misteriosos casos en los que algunas chicas fueron halladas muertas durante el año pasado en Arrecife?

- Sí, especialmente notorio fue el caso de Yuliisa, por la repercusión mediática que tuvo. Lo cierto es que es pronto para hacer cualquier afirmación al respecto porque todavía he de documentarme adecuadamente sobre esos casos.

- ¿Piensa modificar en algún aspecto sustantivo el organigrama actual de la Comisaría?

- En principio no va a haber grandes novedades. Seguiremos con el grupo de menudeo, con la Unidad de Seguridad Ciudadana, los efectivos de la Policía Judicial, el grupo de Antinarcóticos y el de Extranjería...

- ¿Qué espera de su paso por Lanzarote? ¿Con qué objetivos viene a Arrecife?

- Fundamentalmente con el objetivo de servir al ciudadano, que creo que debe ser siempre la verdadera vocación policial. Debemos contribuir a la seguridad del ciudadano, a incrementar la calidad de vida de los vecinos, pero siempre necesitaremos de la colaboración ciudadana, de la de los medios de comunicación y del conjunto de la sociedad.

“Difícilmente puedo estar contento con los efectivos y los recursos de la Comisaría de...
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