Su caso salió a la luz pública a partir de su intervención en el programa radiofónico El Despertador, que dirige Agustín Acosta. Desde entonces Diego Tejera asegura que no han dejado de llamar a su teléfono para interesarse por su caso. Periodistas y particulares se han hecho eco de su lamentable situación, pero dice que no ha recibido ninguna solución por parte de los políticos.
Diego Tejera tiene 68 años, pesa 140 kilos y vive sobre una silla de ruedas desde que le amputaron una pierna en noviembre de 2002. Desde entonces no puede salir de su casa porque vive en un tercer piso sin ascensor y ni siquiera cabe por la puerta del baño de su vivienda.
Asegura que en tres ocasiones se ha caído por las escaleras mientras le bajaban a la calle los operarios de la ambulancia. Él mismo reconoce que pesa mucho y que es muy difícil trasladarle “a pulso” de un sitio a otro. Por eso necesita una vivienda a pie de calle.
Viviendas de protección oficial
Tejera ha solicitado a las instituciones públicas que le adjudiquen una casa de protección oficial y asegura que en su propio barrio existen tres viviendas sociales cerradas y vacías. “Se supone que esas casas son para las personas más necesitadas”, señala.
Dice que hace unos días le llamó una persona de 75 años de Las Palmas que se encuentra en una situación parecida a la suya y que le aconsejo lo siguiente: “péguele una patada a una puerta y entre dentro”. Afirma que no lo hará, pero que sí está pensando en “plantarse” delante del Ayuntamiento de su municipio, día y noche, con el baño portátil, “para hacer allí delante mis necesidades”, aseguró.
Respuesta de las autoridades
La Concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Tías le ofrece la posibilidad de pagarle seis meses de alquiler de una casa que se ajuste a sus necesidades, a la espera de que se termine de construir una residencia en el municipio. Según Tejera, el Ayuntamiento de Tías está buscando en estos momentos esa “vivienda de transición”, pero hoy por hoy sigue “encerrado” en su casa. Dice que en el Ayuntamiento le han asegurado que cuando la residencia esté construida, le adjudicarán una plaza en ella. Sin embargo, sería él mismo quien tendría que hacerse cargo de la mayor parte de los gastos, lo que le supondría un 80 % de su pensión, según explicó. Diego Tejera cobra actualmente 584 euros al mes y con ese dinero viven su mujer, su hija y su nieto. Él no quiere separarse de su familia, pero además le preocupa qué será de sus allegados si él tiene que pagar la residencia. Su mujer es mayor y su hija ha conseguido un trabajo de apenas dos horas al día. Su nieto tiene 14 años, pero tienen que acompañarle siempre porque padece una minusvalía del 73 %.
