El primer día de huelga del sector del transporte en Tenerife este lunes en contra del tacógrafo ha traído consigo la detención de uno de los huelguistas por un presunto delito de agresión a un agente del Cuerpo Nacional de Policía.
El subdelegado del Gobierno de España en Santa Cruz de Tenerife, José Antonio Batista, explicó que además de esta detención el hecho más grave ocurrió anoche, cuando un grupo de cuatro personas que formaban parte de uno de los piquetes se situaron en el puente de Abades con la intención de lanzar piedras a un convoy de camiones que iban acompañados por la Guardia Civil y que se dirigía en dirección Sur.
Afortunadamente, aclaró Batista, delante del convoy "iba una avanzadilla de agentes de información de la Benemérita que pudo ver a los sujetos, por lo que finalmente no pasó nada". Estas cuatro personas han sido identificadas y esta mañana han sido llamados por la Benemérita para tomarles declaración y, a partir de ahí, establecer qué tipo de imputación les corresponde, agregó el subdelegado, que precisó que aparte de estas dos incidencias, la huelga transcurre con cierta normalidad.
Despliegue
En cuanto al despliegue policial, José Antonio Batista señaló que en estos momentos están interviniendo una Unidad de Intervención del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, que es "la competente en el interior del puerto y la que se está encargando de organizar convoyes para garantizar cierta normalidad en la actividad portuaria".
De hecho, apuntó que a las 09:00 horas se organizó un convoy de entrada al puerto de la capital tinerfeña que se desplaza desde Arafo escoltado por el Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil (GRS), y se está organizando, además, un convoy de salida en el puerto aprovechando el desplazamiento de esta unidad especializada.
Asimismo, el subdelegado aclaró que en el día de hoy los piquetes se concentran en el puerto de Santa Cruz, donde "apenas hay unos 40 ó 50 huelguistas". "Y donde ayer había piquetes, en los polígonos industriales del Sur, tanto en el de Güímar, como en el de San Miguel o Granadilla, hoy no hay nada", apostilló.
Para poder poner fin a la huelga, Batista opinó que la solución pasa por "sentarse y hablar", ya que "estamos ante una competencia que corresponde a las comunidades autónomas y a los cabildos insulares" y "de una normativa de obligado cumplimiento".
