El varón G.B.B., de 31 años, originario de Guinea Conakry y con residencia en Cataluña, fue detenido por la Guardia Civil acusado de un delito contra la salud pública por narcotráfico.
Los hechos, según informó el Instituto Armado, tuvieron lugar en la terminal de llegadas del aeropuerto de Gran Canaria, cuando en el transcurso de una inspección rutinaria de los pasajeros de un vuelo internacional los guardias civiles observaron a un hombre que mostraba un nerviosismo un tanto sospechoso.
Mientras se le practicaba un registro personal, los agentes descubrieron que esta persona tenía envoltorios adosados en su cuerpo a la altura del abdomen. Una vez analizado su contenido, se comprobó que transportaba más de un kilo de clorhidrato de cocaína con un alto grado de pureza y un peso exacto de 1.050 gramos.
En el caso de que esta cantidad de cocaína hubiese llegado a distribuirse por el “mercado“ de la droga y tras ser sometida a un proceso de adulteración, mezcla y corte, se convertiría en hasta 10.000 dosis de esta sustancia, lo que aportaría a sus vendedores importantes sumas de dinero.
El detenido fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial en Telde.
