viernes. 19.04.2024

La Policía Nacional ha destapado un fraude de 5,5 millones de euros a las arcas de la Seguridad Social en las islas de Fuerteventura, Gran Canaria, Lanzarote y Tenerife mediante la creación de sucesiones empresariales opacas y mercantiles pantalla e imputan a 34 responsables los delitos de fraude de cotizaciones, frustración a la ejecución, fraude de prestaciones, falsedad documental, estafa, contra el derecho de los trabajadores y malversación.

Según ha informado la Dirección General de la Policía, fue a principios de 2019 cuando se recibieron varias denuncias sobre presuntas irregularidades cometidas por empresarios que no pagaban los seguros sociales de sus trabajadores en su propio provecho.

Se inició entonces una investigación que duró diez meses y que conllevó un estudio de la documentación, donde se observó que en todos los casos analizados se pretendía eludir el pago de las cantidades adeudadas y frustrar las legítimas aspiraciones de cobro de la Tesorería.

Para ello, en varios de los casos, creaban sucesiones empresariales opacas y mercantiles pantalla con las que ocultar los beneficios obtenidos y el patrimonio de las sociedades investigadas.

Asimismo, los agentes han cuantificado el fraude en más de 5,5 millones de euros, que provienen de sectores como la restauración, la hostelería, actividades deportivas, el textil, la asesoría, la construcción, la inversión o la comunicación.

Un total de 34 responsables imputados

Por su parte, los 34 responsables han resultado ser principalmente los administradores de las empresas, pero también sus testaferros, algunos trabajadores que figuraban en connivencia así como familiares de los primeros.

A ellos se les imputan delitos como fraude de cotizaciones, frustración a la ejecución, fraude de prestaciones, falsedad documental, estafa, contra el derecho de los trabajadores y malversación.

Una familia ideó el plan hace 8 años

La Policía Nacional ha explicado que una familia canaria puso en marcha hace ocho años un plan para eludir el pago de las cuotas a la TGSS y evitar embargos de manera fraudulenta, operando con una nueva sociedad libre de cargas que facturaba de manera irregular las ventas realizadas de la deudora. Generó así una deuda de 326.166 euros con el Organismo Público.

De esta manera, la argucia permitió que la segunda empresa presentara cuentas anuales con beneficios a pesar de la elevada deuda de la primera sociedad. El negocio era altamente rentable, celebrando multitudinarios eventos de hasta 600 asistentes con los que se llegaba a facturar importes de entre 30.000 y 35.000 euros.

Con el fin de evitar que los acreedores pudieran cobrar, los investigados ocultaron sus beneficios a través de ingresos en efectivo realizándose todos los pagos en metálico, incluidos los salarios de los trabajadores.

Aquí, la Policía ha resaltado que llegaba a tal extremo que en algún evento de más de 300 comensales se cobró en efectivo sin aceptar pagos con tarjeta, y aún teniendo operativo el terminal punto de venta, era habitual ver colocado un cartel en el que se podía leer "TPV estropeado".

60 horas a la semana sin alta en la Seguridad Social

Tampoco era raro que el personal que se contrataba trabajase 60 horas a la semana, ni que en los días que había eventos las jornadas se convirtieran en verdaderos maratones de 13 o 14 horas que no eran compensadas, o que hubiera trabajadores sin alta en la Seguridad Social.

Sin embargo, el empresario, que conocía la precaria situación de uno de ellos, aprovechó para despedirle de manera oficial aunque le retuvo cinco años como personal fijo sin contrato y le rebajó el salario de 1.200 a 900 euros. Además, le quitó la posibilidad de coger vacaciones, no retribuyéndole los periodos de descanso no disfrutados.

Destapado en Canarias un fraude a la Seguridad Social de más de 5,5 millones de euros
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