miércoles. 24.04.2024

El pasado viernes desapareció de su hogar de residencia Francisco Javier Delgado Machín, un joven de 36 años del barrio de Titerroy, al que su familia trata de localizar en estos momentos, según explicaron a este diario los propios familiares.

La desesperación de la familia les ha llevado a utilizar todos los medios que están a su alcance, incluyendo a las redes sociales como Facebook, donde se ha distribuido su imagen con una rapidez más que notable.

La complexión de Francisco Javier es bastante delgada. Mide 1,85 m. y pesa solo 52 kilos. La última vez que el desaparecido fue visto salía de su casa, en un piso alto de la calle Tilama, frente al colegio Sanjurjo de Santa Coloma, en Arrecife, el pasado viernes a las 18:30 horas de la tarde. Así al menos lo ha confirmado una vecina a la familia. El joven vestía como habitualmente lo hacía, con una camiseta, unos vaqueros y unas zapatillas de deporte. Cuando los allegados del joven se percataron de su desaparición eran las 11:00 horas de la mañana del sábado.

Según ha explicado a cronicasdelanzarote.es la madre del desaparecido, Antonia Machín Batista, a pesar de que a las 24 horas de la desaparición se interpuso denuncia ante la Policía Nacional de Arrecife, este martes se cumplen ya cuatro días sin que la familia sepa nada sobre el paradero Francisco Javier Delgado Machín.

Todos aquellos que puedan dar alguna pista sobre su paradero pueden hacerlo llamando al teléfono móvil 628079994 o al teléfono de emergencias del Gobierno de Canarias, el 112.

Secuelas del pasado

Aunque los familiares aseguran que ésta es la primera vez que ocurre algo así, la propia madre del desaparecido ha reconocido a este diario que la infancia del joven no ha sido fácil, especialmente los 17 años en que estuvieron vivieron en Tahíche. "Está en tratamiento con una doctora de Yaiza, porque padece de depresión y ansiedad. En casa hubo un ambiente muy agresivo siempre y él tuvo problemas con ciertos vicios", relata. "De ahí ha venido arrastrando siempre la depresión", señala.

Además, en noviembre de este año se cumplen cuatro años desde que Francisco Javier ingresó en el paro. No ha podido trabajar desde entonces. "Fue operado de la próstata a los 30 años, tiene los huesos atrofiados y vivía un poco encerrado en sí mismo. Sentía mucho frío interior y tomaba pastillas para dormir. Por eso solo salía durante el día, buscando el sol", explica la madre. "El jueves me estuvo pintando la entrada de la casa y viernes fue la última vez que hablamos, cuando me pidió dinero para comprar una medicina. Le di 10 euros y desde entonces, no sé que se le habrá pasado por la cabeza que ya no he vuelto a saber de él", expresa.

Desaparece un joven del barrio de Titerroy
Comentarios