sábado. 20.04.2024

Todavía no salgo de mi asombro. No me explico cómo en las cúpulas de Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP) están manejando con tanta torpeza las encuestas que sitúan al Partido Socialista Canario (PSC) como la formación política con más opciones de recibir el apoyo mayoritario de los habitantes de las Islas el próximo 27 de mayo.

Si fuera Paulino Rivero, que no lo soy, estaría muy molesto. Una cosa es que Ángel Acebes diga en Madrid -con pregunta e interpretación trampa, también es verdad- que ve con buenos ojos una alianza postelectoral con los nacionalistas y otra muy distinta que José Manuel Soria y José Carlos Mauricio den el tema por hecho. No, si fuera Paulino Rivero no estaría muy contento. Lo que ha hecho el antiguo líder de Iniciativa Canaria (ICAN), actualmente consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de su poco amigo Adán Martín, es dar por hecho que los socialistas van a ganar las elecciones sin que les sirva de nada.

En primer lugar, reconocer a estas alturas, cuando oficialmente no ha comenzado la campaña, que ya hay un ganador me resulta ciertamente estúpido. Da la sensación de que nacionalistas y populares se resignan ya al resultado que determinan las encuestas, obviando cualquier posibilidad de que en el tiempo que queda alguno de ellos, sobre todo CC, pudiera dar la vuelta a esos resultados. Por decirlo más claramente, han reconocido que el PSC les ha ganado por puntos el combate antes de iniciarlo. La victoria por puntos, para los que no estén familiarizados con el boxeo, se produce cuando los dos púgiles quedan en pie al final de los asaltos estipulados y son los jueces los que determinan el ganador. Nacionalistas y populares, erigidos en jueces de la voluntad popular del pueblo canario, ya han dado su veredicto. Han sido derrotados por puntos, por los puntos de las encuestas.

Entiendo más o menos lo que está haciendo el PP en Madrid. Con los datos en la mano, sabiendo que van a bajar con respecto a las pasadas elecciones (no me extraña teniendo en cuenta los desastres de la guerra que ha ido creando Soria en islas como Lanzarote y las sospechosas detenciones que se han producido en Gran Canaria), Acebes y compañía consideran que lo más prudente es devolverles a los socialistas la jugada de Cataluña. Allí, el PSC y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), teniendo muy claro que Convergencia i Unió (CiU) y PP no sumaban votos suficientes para gobernar y ellos sí, ataron todo antes de que los ciudadanos fueran a las urnas. Triste pero cierto. Ahora son ellos los que quieren tener atado el tema en Canarias, aunque el tiro les podría salir por la culata.

De momento, con esta estrategia lo único que se va a conseguir es que los socialistas obtengan todavía más apoyo del que habrían logrado sin desvelarse tan claramente la intención de CC y PP. De rebote, muchos nacionalistas podrían buscar otras opciones como la del Centro Canario (CCN), Nueva Canarias (NC) o el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), que podrían ser suficientes para que Juan Fernando López Aguilar fuera presidente.

Torpe, muy torpes el señor Soria y el señor Mauricio. No, no deben estar muy contentos en la cúpula de CC. Salir ahora al ruedo con la faena hecha por otros va a ser muy complicado. Vender ilusión y fuerza habiendo lanzado un mensaje derrotista no va a ser fácil. Estoy deseando ver cómo intentan reconducir el asunto. De momento, alguien tendrá que salir a desmentir lo dicho por Mauricio, alguien tendrá que salir a garantizar que se aspira a ser la fuerza política mayoritaria y que no existe ningún pacto previo con el PP. ¿Colará? Creo que no, puede ser tarde.

Ahora bien, la cosa tampoco está tan clara para el PSC. El incierto resultado que se vislumbra les tiene que hacer caminar con pies de plomo. Tampoco creo que estaría de más -supongo que los asesores de López Aguilar estarán trabajando en el asunto- que alguien hablara con CC por lo bajinis, por si acaso. No hay que olvidar que en Canarias, salvo que formaciones como el CCN y NC digan lo contrario, de momento cualquier pacto pasa por la antigua coalición. A día de hoy es imposible pensar en un acuerdo como el que ha propuesto cientos de veces Domingo González Arroyo, un pacto PP-PSOE.

La cosa está complicada, muy complicada, y algunos se empeñan en complicarla todavía más. Otro día hablamos de Lanzarote.

Importante aclaración:

Por un incomprensible malentendido he puesto en un serio aprieto a una persona a la que considero amiga, a la que aprecio y respeto enormemente, Manuel Plasencia (Manolo). En mi anterior artículo escribí que había sido él quien filtró a los medios un informe de Inalsa en el que se hablaba, entre otras cosas, de las pérdidas de la compañía. Pues no es cierto. Fue otra persona, que creo que tiene mucho que ver con un partido político, el que entregó el informe a un medio. Le pido disculpas a Manolo por los problemas que le he ocasionado, aunque él sabe que no fue con mala intención, ni mucho menos.

Derrota a los puntos de CC y PP
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