viernes. 19.04.2024

Por Mare Cabrera

Acudo atónica, como tantos, al contenido televisivo actual. Leo, sin poder evitar la carcajada, las críticas televisivas en prensa. Hay mucho que comentar, desde luego, y pocas cosas positivas, y muchísimo menos edificantes o aleccionadoras. Antes al contrario: cada día se televisan despropósitos dignos de mención, por lo surrealista, incómodo de ver, chocante y, en definitiva, desagradable.

Aún con toda esa inmundicia catódica, esos canales expendedores de lo que conocemos como “tele-basura” congregan a millones de personas y triunfan en cuanto a la audiencia.

Yo reconozco que he pecado en ocasiones. Me estaba quitando de ese feo vicio, pero a veces me traiciona en mi buena voluntad mi petarda interior, quizá cuando dejo de nutrir la parte intelectual...o, qué coño, que a veces apetece desconectar y vas a lo fácil. Como el que gusta de la comida sana y de vez en cuando se da un atracón de comida basura. Que tire la primera piedra el que no ha caído en la tentación… pero que apunte para otro lado, no nos vaya a sacar un ojo.

De lo último de ese mercado de sensacionalismo amarillista, la aparición en viernes noche de un personaje popular gracias a un programa de "realidad televisada": Jesús. No me molestaría en escribir sobre esto de no ser por el impacto que me causó, en una de las promociones del canal que se ha erigido en baluarte del mal gusto (salvo alguna serie que se salva), ver a tamaño completo, a todo color y vigor en pantalla un “josico” que me resultaba conocido. ¿De qué me suena? Pensé. Y, lo reconozco, me paré a verlo. Sí, lo vi, y tú también, porque también te sonó esa cara conejera.

A lo que acudimos después... ni les cuento. En fin, acusaciones de maltrato (un tema tan delicado tratado en un foro inadecuado) y demás. Fue triste a la par que grotesco.

Nuestra isla es chica, todos nos conocemos. Un chico joven de una familia popular en Lanzarote expuesto en la plaza pública de esa forma. ¿A que es distinto cuando al que salen insultando te toca de algo? Cambia la perspectiva, piensas en la familia y no querrías, para nada, estar en su lugar.

Del Amor y otros demonios
Comentarios