viernes. 19.04.2024

Es lo que deben de estar pensando muchos lanzaroteños estos días en los que los escaparates con los carteles de rebajas nos incitan a consumir aunque ya no necesitemos nada. Pues eso, que ¡de perdidos al río! y que por darle un poco más de alegría a la tarjeta de crédito, al final de este año que acaba de empezar, seguirá siendo San Silvestre. Pero los caprichitos de las rebajas o la forma de conseguir el dinero para darnos un último homenaje pueden traer unas consecuencias nada deseables. La facilidad con la que la publicidad pinta la obtención de un crédito exprés hace que cada vez más gente no se resista a hacerse con 6.000 euros de golpe y porrazo aunque no tenga ni la menor idea de cómo va a pagar los intereses los próximos meses.

Los datos del incremento del paro parece que no van a frenar el espíritu consumista de los canarios y se prevé que este año nos vayamos a gastar hasta un 5% más en las rebajas que en 2007.

Jerónimo Barrera es el delegado de la Asociación de Usuarios de Productos Bancarios (AUSBANC) en Canarias y dice que “la gente dentro de un terreno de crisis como el actual piensa que es mejor ir viviendo el momento aunque suponga una huida hacia delante pero lo que entristece es que el Monte de Piedad, que es lo que tienen nuestras cajas, hay un montón de joyas empeñadas por muchas personas que han dejado estos objetos de valor para poder comprar un detalle para sus hijos, y ahora no tienen forma de desempeñarlas”. Asegura que “esto ya no es la cuesta de enero porque la cuesta empezó en diciembre y se ha presentado bastante empinada por muchas rebajas que haya”.

Asevera que “por mucho que digan algunos políticos por ahí que no pasa nada, sí pasa porque no sólo hay que tener en cuenta la cesta de la compra sino la luz, el agua... todo está carísimo y como tenemos que comer, aunque los sueldos no suban , tenemos que gastarnos el dinero”.

Mil euristas no, ochocientos euristas

Cree el delegado de AUSBANC que “yo no diría que estamos en la sociedad de los mil euristas, sino en la de los ochocientos euristas y vamos a ver cómo pueden afrontar las necesidades básicas”.

Sin embargo, esta situación de crisis contrasta con los datos que aseguran que este año vamos a gastarnos en las rebajas más dinero todavía que el año pasado. La pregunta es de dónde saca el dinero la gente. En opinión de Barrera, “estamos hablando del comprador compulsivo que entra al trapo de todas las técnicas ideadas para hacerle gastarse el dinero que a veces no tiene”. Por ello, piensa que “desde la propia Comunidad Autónoma debería controlarse esa publicidad que es agresiva y desleal y tan perjudicial para el consumidor y la gente debe oír otro tipo de cosas”. Comenta que “es aconsejable que nos llegue el mensaje de que apuntemos en una lista las cosas que realmente necesitamos y que no pueden esperar más y llevemos esa lista para que no aparezca nuestra faceta compulsiva que nos haga comprar cosas que pueden ser muy baratas pero que no necesitamos”.

No hay milagros de peces y panes

“Aquí no se da el milagro de los peces y los panes de Palestina y lo que compremos lo vamos a tener que pagar”, dice.

Piensa Barrera que “el peligro está aquí y no es que la crisis vaya a venir sino que los problemas en el sector de la construcción llevan ya mucho tiempo con nosotros”. Esto está produciendo que el paro esté a un nivel altísimo y “diciembre que siempre ha sido el mes en el que más desempleados se han rescatado para entrar a formar parte de la masa laboral debido a la contratación extra y sin embargo este año hemos tenido todavía más parados y hay que pensar en todos los que van a caer ahora” comenta. Dice que “las dos patitas de la economía canaria son el turismo y la construcción y estamos teniendo un turismo que no está aportando ningún beneficio y a duras penas los hosteleros cubren gastos porque llega la gente del todo incluido que es pésimo porque sale descontento”. Asevera que “muchos de estos turistas piensan que les han tenido encerrados en el hotel, les han dado un par de vueltas y los han devuelto a los aviones para que se vayan a sus casas”. Explica que “hay que mandar ese mensaje al Patronato de Turismo, para que cree empleo en el sector y se pueda proteger a los comerciantes, industriales y empresarios”. Se plantea que “yo no sé lo que está pasando porque esto es un disloque”.

Asegura Barrera que “los consumidores de a pie tenemos que ser tremendamente prudentes, como las hormiguitas porque a las economías medias, que suponen el 80% del pueblo canario”, no nos sobra nada y no podemos soportarlo más”. Y ese es el objetivo de esas empresas que pululan por ahí y que se dedican a refinanciar deudas y que están haciendo su agosto aprovechándose de la falta de legislación y “bordeando la legalidad porque no hay ni control ni fiscalización ni del Banco de España ni del ministerio de Economía y Hacienda ni de nadie”.

Dice el delegado de AUSBANC que “esto es pan para hoy y hambre para mañana y lo que está pasando es que hay una invasión de dinero plástico y ya cualquier comercio tiene su propia tarjeta y la gente va y compra sin control”. Piensa que “los ciudadanos están perdiendo la vergüenza y a muchos ya no les importa que les llamen diez veces para que paguen las cosas o les da lo mismo que les corten el teléfono”.

De perdidos al río
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