viernes. 19.04.2024

En plena resaca del la anulada ley antialcohol de la ministra de Sanidad Elena Salgado, el Ayuntamiento de San Bartolomé organiza una curso de cata de vinos entre los días 19 al 24 de este mes de marzo.

El curso será impartido por el enólogo Alberto López, que cuenta que esta actividad servirá para contrarrestar una polémica que ha afectado directamente al sector. El tiempo de aprendizaje es algo más largo que otros similares que se suelen impartir ya durará 6 días en lugar de 2 en los que habrá dos partes bien definidas. Las dos primeras jornadas se ahondará en la teoría, en la elaboración de los diferentes tipos de vinos o la propia práctica de la cata en sí, que les llegará a los alumnos a partir del viernes. Habrá un panel de vinos muy variado con denominaciones de origen que van desde el Penedés hasta Jerez, pasando por todos los lugares interesantes al respecto.

Es un tipo de curso, en opinión del enólogo, que cada vez cuenta con mayor número de aficionados ya que acuden personas de muy distintos ámbitos profesionales. “Me gusta la gente de mi quinta o más jóvenes porque son los que más viajan, conocen o buscan descubrir nuevos tipos de vino”, comenta ya que la gente más mayor quizá se ha quedado sólo con los conocimientos de siempre.

Ecoturismo

Hasta el cine dedicó una película, “Entre copas” a la afición que hay, cada vez mayor, a realizar un recorrido por distintas regiones de un país para conocer las diferentes variedades de vino que se pueden encontrar.

Según Alberto López, “en muchas zonas vinícolas se organizan rutas que recorren bodegas para gente que también está interesada en la gastronomía o incluso el folclore local”. Hay que tener en cuenta que España ofrece un gran abanico de posibilidades para descubrir caldos o comidas que no tienen nada que ver entre ellas, ya que poca relación tiene la gastronomía de Galicia con Andalucía o Cataluña. “Pienso que en Lanzarote todavía está por descubrir el enoturimo, aunque bien es cierto que las bodegas abren sus puertas a todas las personas que acuden a ellas”, explica. Precisamente, aquellos que se apunten al curso de cata tendrán la oportunidad de llevar a cabo un recorrido por las bodegas de la Isla en el que se podrá contemplar la belleza del museo de El Grifo o las viñas de La Geria, que es algo que no se puede encontrar en ninguna otra parte del mundo.

Dice el refrán que en casa del herrero, cuchillo de palo y en Lanzarote se confirma en el sentido de que mucha gente no se molesta en aprender más sobre el vino precisamente porque es algo que ha vivido de siempre, ya que en muchas casas ha existido un lagar o todo el mundo conoce a alguien que pisa la uva. López explica que “es curioso que muchos jóvenes descubren el vino y la cultura del aperitivo cuando van a estudiar a Tenerife”. Por eso, opina que sería bueno que el Cabildo favoreciera la conservación de los pequeños lagares como en Asturias se fomenta que se mantengan las pequeñas sidrerías que hacen la sidra de forma artesanal.

“La gente entiende de vino a medio tiempo”, dice el enólogo y lo explica comentando que “los conejeros sólo beben vino cuando van al restaurante y sin embargo no tienen una botella en casa, algo que le resultaría mucho más económico y que es muy socorrido cuando viene una visita”.

También se ha perdido la tradición de tomar vino en fechas tradicionales, como puede ser como acompañamiento de las torrijas en Semana Santa. Dice que “hay que acercarse a las bodegas a comprar vino como uno va a una quesería a por un queso concreto”.

Polémica con la cena de Els Comediants

“Es una pena que en la cena que hubo con motivo de la actuación de Els Comendiants se pusiera un blanco de Bodegas Coto de La Rioja que tenía que estar pasado en vez de ofrecer el vino de aquí” se lamenta. Asegura que en la Isla no se cuidan estos detalles, del mismo modo que en algunos hoteles se pone como detalle en las habitaciones una botellita de licor de la península en lugar de invitar al huésped a que conozca cualquiera de nuestras variedades.

Sugerencias de los restaurantes

En opinión del enólogo, la mayor parte del personal de los restaurantes sí sabe qué vino recomendar a los comensales porque es su trabajo. Pero reconoce que hay un fallo grande en las cartas y es que aparecen siempre antes los caldos de fuera y sólo al final, y casi escondido el producto de Lanzarote. “Esto no pasa cuando vas a la península, que si estás en La Rioja te ofrecen primero lo de la zona y luego lo de fuera”, argumenta. Comenta que si se hiciera bien y de forma ordenada se favorecería a todos los sectores, primero a los agricultores, después a las bodegas y por último a la restauración y la hostelería, que es la pata que está cojeando en todo el proceso. “Creo que en los restaurantes no están sensibilizados con la labor del agricultor y el medioambiente de la Isla”.

En cuanto a la polémica ley antialcohol que se quiso establecer desde el ministerio de Sanidad, Alberto López comenta que “cogió a la gente fuera de juego”. Dice que ha habido muchos intentos de llegar al vino para establecer un impuesto como bebida alcohólica y que en este caso se pretendía quitar unas partidas económicas para su promoción. Dice que “el sector se ha sabido defender”.

De copas (de vino) por Lanzarote
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