sábado. 20.04.2024

Por Lourdes Camps

Con la ropa de verano, que deja al descubierto más o menos generosamente brazos, piernas, espaldas, etc... tenemos un vasto muestrario de cuerpos decorados con tatuajes cada vez más numerosos. Horas de paciente y estoico sacrificio para que el "experto" les grabe en su piel todo tipo de símbolos y leyendas, además de un coste nada insignificante.

He leído que no es fácilmente reversible, que borrar "ese corazón con unas iniciales" que parecía ser símbolo de eternidad y ya no lo es, supone un sacrificio mayor todavía. Si el cuerpo humano tuviera que estar decorado, nuestros genes llevarían a cabo el proceso por sí solos, como en las jirafas o las cebras.

No son pocas las cremas y los tratamientos dermatológicos para quitar pecas y manchas. ¿No es todo esto un contrasentido? Se dice popularmente que "sobre gustos no hay nada escrito", y éste puede ser el caso.

Cuerpos decorados
Comentarios