viernes. 29.03.2024

Costa Teguise lucha por salir de la agonía. No es el título de una película de terror sino la realidad actual de una urbanización lanzaroteña, ubicada en el norte de la Isla, que no está pasando por sus mejores momentos. Esta situación la constató este viernes Canal (L) y se muestra a continuación en el siguiente reportaje.

Perdido el esplendor de antaño, que no su belleza, los comercios y el sector extrahotelero miran con recelo al todo incluido que ofertan la mayoría de los hoteles de la zona. Nostálgicos de épocas mejores, en las que las cajas de los restaurantes no hacían presagiar los duros momentos que se viven actualmente, aseguran que por culpa de este sistema, instaurado en la Isla desde hace algunos años, los clientes prefieren pasar los días y sus noches en el mismo lugar donde pernoctan, comiendo, bebiendo, divirtiéndose, en las piscina, de paseo por sus tiendas o incluso conociendo a gente... y todo ello por unos pocos euros.

Pero no solo eso, aseguran que este turismo, por razones evidentes, no goza de un gran poder adquisitivo, por lo que los visitantes españoles y británicos no pasan de ser, los primeros, personas de la tercera edad que, encima, no están para muchas fiestas, y los segundos, británicos cargados de hijos. “Hoy en día son familias inglesas que vienen con tres o cuatro niños, con tres duros, con el todo incluido por 600, 700 euros toda la familia... y se acabó la historia”, aseveraba entre resignado y molesto el maitre de un restaurante de la zona.

Con todo este panorama, los restaurantes, comercios y bares de copas se ven no solo perjudicados sino en muchísimos casos pisoteados, por lo que piden intervención gubernamental para regularizar el todo incluido a la manera de Gran Canaria. Pero no todos son de la misma opinión y muchísimo menos la patronal hotelera. En este sentido, el director del Teguise Playa, Juan Candeal, aseguró que en su experiencia se encuentra el Caribe donde el producto del todo incluido “funciona abiertamente”.

Candeal añadió además que “el todo incluido no lo había, hay que acostumbrarse a ello porque ya lo hay y no solo lo estamos ofreciendo sino que nos los piden; es una modalidad que el turismo peninsular y europeo encuentran fácil para ellos”. De otro lado, el futuro también lo ven unos y otros de un modo dispar. Ramón, propietario de un disco pub no le da más de cinco o seis meses a las empresas de la zona y asegura, además, que los clientes cuando se despiden de él no le dicen adiós sino “hasta nunca”. En lo que coinciden unos y otros es en la necesidad de unidad.

En este sentido, tanto el director de Los Zocos, Francisco Martínez, como Juan Candeal aseguran que hay interés por venir y se muestran optimistas ante el futuro, eso sí, piden unidad entre todos los sectores, incluido el Gobierno para salir adelante.

Los empresarios extrahoteleros, por su parte, dicen que se requiere de “una unión” entre ellos y más apoyo institucional. También coinciden en resaltar las virtudes de la zona como su campo de golf o su aquapark.

Entre las otras denuncias o problemas a los que se enfrentan, la falta de renovación en la planta alojativa, la poca iluminación de las calles donde hay comercios, el acomodo en la situación de bonanza con su consiguiente falta de previsión o la preferencia de los turoperadores por Playa Blanca.

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Costa Teguise, una lucha por salir de la agonía
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