El propietario del Islote del Francés, Jaime Cortezo, ha asegurado este miércoles en Crónicas Radio que radicalizará su discurso y su postura si en el plazo de dos meses no obtiene respuesta por parte del Ayuntamiento de Arrecife, que debe ahora, tras el registro de la hoja de tasación de los propietarios, contestar si está o no de acuerdo con el precio marcado, de 210 millones de euros.
“Se produce ahora un problema con el tiempo. La ley dice que hay dos meses nada más, y esos dos meses se cumplen en abril, antes de las elecciones. A partir de ahí nos iríamos a la Comisión Nacional de Valoración, y si la Comisión ya te marca un precio, las cosas cambian. Nuestra manera de negociar sería mucho más dura”, expresó.
Cortezo recordó que la nueva Ley de Ordenación señala que si se declara un Sistema General por parte de la Administración, ésta tiene un plazo de cinco años para expropiarlo. “Si no se hiciese así, la propiedad tiene derecho a requerir al Ayuntamiento que le expropie.”, afirmó. “Ya lo hicimos nosotros el año pasado, el 10 de febrero, y hay un año de plazo. Si el Ayuntamiento no contesta en ese plazo, la propiedad tiene que presentar lo que se llama Hoja de Aprecio o Valoración, que es el valor que la propiedad cree que tienen sus terrenos”, explicó.
Dos meses
En este sentido, Cortezo aclaró que el Ayuntamiento “tiene dos meses ahora para contestar después de que nosotros presentáramos esa hoja ayer. Ahora el Ayuntamiento debería firmar un decreto para elaborar una tasación oficial. Pero si lo hace así, ese sería el precio que nos tendrían que pagar, y podríamos seguir discutiendo si no estamos de acuerdo”. El propietario del Islote del Francés entiende que “el Ayuntamiento tampoco nos va a contestar y va a haber silencio administrativo. La ley contempla que si el Ayuntamiento no contesta en estos dos meses, entonces el asunto irá a la Comisión Nacional de Valoración, que es la que marca el precio definitivo”.
La idea del Icono
Por otro lado, Cortezo ratificó que la idea del icono propuesta por el actual alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, “está muy bien y sigue sobre la mesa”, pero el problema es que “cuando se va a cobrar, no hay dinero ni suelo para pagar”. De esta forma, expuso que “ni lo va a tener en el futuro”. En ese caso, “s crearía un problema en el Ayuntamiento, que tendría que impugnar sus presupuestos y entrar en embargos, pero no es esa la idea, y por eso creemos que firmar un convenio es lo mejor para ambas partes y, si no, pues lo que marque la ley”. Si la solución al Islote se contempla en el Plan General, tal y como ha dejado entrever Cándido Reguera, “tendremos que impugnar el Plan General”, advirtió Cortezo.
Sobre la tasación económica que según el PSC nunca ha sido elaborado por parte del Ayuntamiento de Arrecife, Cortezo cree que sí existe el documento pero que al Consistorio no le interesa reconocerlo.
“Personalmente creo que la tasación de Pedro de Armas o del Ayuntamiento existe. Quizás no con ese nombre, pero existe. Lo que ocurre es que si el Ayuntamiento reconociera que existe una valoración o tasación económica, ésta iría a misa. Nos tendrían que pagar esa cantidad y luego nosotros intentaríamos que un tribunal nos reconociera un precio superior. Creo que por eso no se quiere reconocer, pero lo que estamos haciendo es seguir los pasos que marca la ley”.
Respecto a la dependencia y la cercanía de las próximas elecciones del 22 de mayo, el dueño de El Francés dijo que el futuro del Islote va a depender muchísimo del resultado de las próximas elecciones. “Cada persona hace las cosas a su manera”, dijo. Cortezo dejó entrever que “si salen los que están a favor, saldrá, pero si salen los que están en contra, todo lo que se ha hecho no servirá para nada y habrá que seguir con la justicia. Va a depender mucho de lo que pase en las próximas elecciones, y da la impresión de que no va a haber mayorías absolutas”.
Negociaciones con Espino y el PSC
Por otro lado, Cortezo ha revelado que en la época del gobierno socialista, en esta misma legislatura, el secretario general del PSC, Carlos Espino, le sugirió una compensación de suelo en el barrio de Valterra.
“Lo que nos dijo Carlos Espino fue que remodeláramos todo el barrio de Valterra, y que allí nos daban la edificabilidad. Que lo tiráramos abajo, que lo volviéramos a hacer, que le compensáramos a la gente que vivía allí y que el precio nos lo daban en más metros cuadrados construidos, dentro del propio barrio”, apostilló.
