Por Ignacio González Santiago
EL IX CONGRESO Federal del CCN, que se celebró el pasado fin de semana, aprobó una propuesta muy importante para el nacionalismo canario: la convergencia nacionalista. Los centristas revisamos la estrategia de la unidad nacionalista que lanzó el VIII Congreso y concluimos que ha fracasado, porque el principal problema del nacionalismo canario es la incoherencia ideológica. Con el objetivo de fortalecer el nacionalismo canario, intentamos sumar a todos los partidos, independientemente de su ideología. Fracasamos. Los electores de unos y otros huyeron, en algunos casos, despavoridos, ante una propuesta política incoherente, basada en el insuficiente vínculo político de que todos somos de aquí. Porque aquí hay de todo. El sacrificio de la propia identidad de cada uno de los partidos nacionalistas, de derechas, centro e izquierdas, en favor de un proyecto político único, sin ninguna ideología, ocasionó que los anteriores votantes se refugiaran en otras opciones políticas más afines. Los votantes del CCN, PNC o CC, que son centristas, no se parecen en nada a los de NC, ANC o Sí se Puede y viceversa. Por eso, CC perdió 50.000 votos y un diputado en Tenerife, al pactar con NC en las pasadas elecciones generales. Los antiguos votantes de CC apoyaron masivamente las planchas centristas conjuntas que presentamos el CCN y el PP. Nuestro pacto fue más coherente ideológicamente que el de CC con NC, porque ambos partidos no se parecen en nada, aunque ambos sean nacionalistas, o incluso, ni en eso, porque NC es, en realidad, insularista.
El CCN analizó en su Congrerso las causas del creciente debilitamiento electoral del nacionalismo canario, y después de un extenso y profundo debate, vivo y apasionado, y muy crítico, concluyó que el error fue nuestro. Porque fuimos nosotros los que propusimos en el VIII Congreso Federal la estrategia de la unidad nacionalista entre todos los partidos nacionalistas. Nos equivocamos entonces, porque creímos que la ideología ya no importaba, pero nos dimos cuenta tarde, en las últimas elecciones generales, de que no se puede obligar a nadie a votar lo que no quiere. Nosotros acertamos al pactar con el PP. CC se equivocó al hacerlo con NC. Y no lo digo yo, lo dijeron los votantes en las últimas elecciones. Ahora les toca el turno a CC, PNC y NC celebrar sus congresos y decidir sus estrategias para 2015. Espero que no se equivoquen y, al igual que nosotros, abandonen definitivamente el inalcanzable y suicida objetivo de la unidad nacionalista y apuesten por la convergencia entre partidos de ideología similar. El CCN decidió en su IX Congreso fortalecer el espacio nacionalista centrista en Canarias, y espero que allí coincidamos en el futuro con CC y el PNC y otros partidos nacionalistas de centro, pero no vamos a sacrificar nunca más nuestra ideología por un supuesto puñado de votos que después, como le pasó a CC, no llegan, sino que, muy al contrario, se pierden. Estamos dispuestos a converger con los partidos nacionalistas ideológicamente afines, pero no a unirnos a cualquier precio electoral con todos, porque somos diferentes.
