1.- Normalmente pongo los títulos antes de escribir el texto. Me salen más atractivos, pero el de hoy, no. El de hoy es una obviedad. Dice Rajoy que va a revolucionar las listas electorales del PP. O al menos eso dicen que dice Rajoy, que no es lo mismo. Si así fuera, no se extrañen que Soria venga a Canarias a dar el callo. Pero, ¿y qué ocurriría si, ante la confusión reinante en CC, fuera Paulino Rivero el candidato de CC? Pues que Soria no ganaría jamás, porque Paulino le tiene tomada la medida. Así que nada está decidido porque para después de Reyes, Fernando Clavijo –que seguirá imputado hasta después de mayo— tendrá que presentar su renuncia, si quiere cumplir su palabra y la de su mamá política, Ana Oramas, y la de su tío putativo, Antonio Castro Cordobez (o sea, la familia Trapisonda). Todos ellos, y algunos más, han dicho que un imputado no puede aparecer en una lista. Fernando Clavijo está imputado, o sea que tiene que renunciar. Esto es un silogismo de sexto del bachiller de antes.
2.- Si no cumplen lo que ellos mismos han dicho, las listas de CC serán un semillero de imputados, entre alcaldes y concejales que quieren estar ahí, a pesar de tener sus cuitas pendientes con la justicia. Y tal y como está la justicia –y, si no, vean las sentencias sobre el edificio de Perrault— les puede pasar cualquier cosa; les puede esperar hasta la horca, o poco menos. Porque hay tribunales que están desatados. Me da la impresión que el Constitucional va a tener que ampliar su plantilla porque le van a llegar las apelaciones por ristras.
3.- En fin, que el título no me ha salido nada atractivo, porque lo puse antes de escribir el texto. Podría haber puesto, por ejemplo, “Paulino puede ser aún candidato” y ustedes se hubieran lanzado al artículo de cabeza. Pero, no. Prefiero la moderación al exceso, ahora que tengo ya una edad provecta y me he hecho una persona sosegada y tranquila con las perras de la jubilación, que tampoco me las regalan, claro. Me he pasado la puta vida cotizando.