jueves. 25.04.2024

Luis R.V. ha sido condenado a siete años y seis meses de prisión por el asesinato de su amigo Alfredo G.P.. El jurado lo declaró culpable la semana pasada del asesinato. El joven es hermano de la niña Cathaysa, asesinada hace dos décadas por un vecino en el barrio de La Feria del Atlántico, en la capital grancanaria.

Asimismo, la Audiencia Provincial de Las Palmas le impone al acusado la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la madre y hermanas de Alfredo G.P., de su domicilio o lugar de trabajo, por un período de tiempo de diez años.

En concepto de responsabilidad civil, el acusado deberá abonar a la madre del fallecido, la suma de 60.000 euros, con los intereses legales previstos.

El jurado ha declarado culpable de asesinato a Luis R.V. de la muerte por asesinato de su amigo Alfredo G.P., tras discutir por una deuda de 300 euros, en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Las Palmas. El ahora juzgado es hermano de la niña Cathaysa, asesinada hace dos décadas por un vecino en el barrio de La Feria del Atlántico, en la capital grancanaria.

Según el veredicto del jurado emitido la pasada semana, Luis R.V. es culpable, si bien el jurado contempla la circunstancia atenuante del arrepentimiento y la eximente incompleta de adicción a las drogas.

No obstante, el acusado negó haber amenazado a la familia de la víctima, pero le pidió perdón "aunque el perdón ya es tarde", ha dicho.

Luis R.V. mató de dos cuchilladas a su amigo en la zona de La Ballena. Durante el juicio admitió este acto, si bien lo achacó al síndrome de abstinencia que sufría, a padecer doble personalidad y por estar afectado por la muerte de su hermana.

Según argumentó Luis R.V., se sintió “sobresaltado” al tener conocimiento el mismo día en que ocurrieron los hechos que acabaron con la vida de Alfredo G.P. que el asesino de su hermana iba a ser juzgado por otro delito. Durante la causa, y según los testimonios policiales, trascendió que tras acuchillar a su víctima, el ahora declarado culpable acudió a la policía para explicar lo sucedido y relató que el fallecido le debía 300 euros por una deuda contraída tras haber realizado un trabajo de pintura.

Fue entonces, según estos testimonios, cuando acudió al domicilio de la víctima para requerirle el dinero y se enzarzaron en una discusión que acabó con el fallecimiento de Alfredo G.P. Durante la causa, Luis R.V. pronunció frases como “no sé lo que se me pasó por la mente, sé que lo maté pero no recuerdo más”, “me vienen flashes chungos” o tenía un monazo que no veas”.

Luis R.V. manifestó también que “tuvo que haber alguna ‘mosca' porque me levantó la mano y me pegó un piñazo” y posteriormente dijo que recuerda haberse ido de la casa de la víctima “exhausto y ‘enchumbado' de sangre”.

Los policías que declararon coincidieron en que Luis R.V. había explicado en comisaría que la discusión se produjo, tal y como el propio acusado manifestó, por la deuda contraída y también que no se produjo ninguna disputa en el domicilio, ya que el cadáver se encontraba en el salón, en un charco de sangre y toda la vivienda estaba en orden.

Condenan al hermano de Cathaysa a siete años y seis meses de prisión por asesinato
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