La resolución considera probado que entre julio y agosto de 2005, en horario y periodo no lectivo, el acusado, prevaliéndose de la “ascendencia e influencia” que tenía sobre la niña, se la llevó en su coche en “no más de cuatro” ocasiones a un parking publico y allí mantuvo relaciones sexuales con ella, “consistentes en tocamientos y contactos buco-genitales”.
Apunta que previamente el acusado había seducido a la niña contándole intimidades e intercambiando con ella mensajes a través del teléfono móvil.
La resolución entiende acreditado que durante esos contactos Benítez contagió a la niña un herpes labial, que la menor sufrió en su zona genital. La menor tuvo en septiembre de 2005 una “manifestación clínica muy severa” de esta infección, pero “sin riesgo para su vida ni para su salud general”.
Además de la condena penal, la resolución impone al acusado la obligación de indemnizar a la menor con 15.000 euros. Igualmente, la Sala prohibe al acusado aproximarse a la víctima “a su domicilio, lugar de trabajo y estudios y cualquier lugar frecuentado por ella durante cinco años”.
La sentencia absuelve de toda resposablidad al Colegio San Antonio María Claret, donde estudiaba la niña y trabajaba en profesor y a la aseguradora Grupo Groupama, señalados como responsables civiles subsidiarios de los hechos por las acusaciones.
El fallo es susceptible de recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
El condenado tiene otro proceso pendiente por supuestos abusos sexuales sobre otra menor de edad.
