viernes. 19.04.2024

Dory Hernández

Recuperar la cochinilla, divulgar sus propiedades y beneficios y con ello contribuir a revitalizar el sector agrícola, en los últimos años abandonado a favor del truismo, es el objetivo con el que se realiza en la Isla el III Seminario sobre la Elaboración de Derivados de la Cochinilla.

Este evento, que fue presentado ayer por la presidenta del Cabildo, Inés Rojas, y que se desarrollará hasta el próximo 13 de septiembre, cuenta además con la colaboración de otras entidades sociales y culturales de Lanzarote como la asociación MILANA, presidida por Chana Perera, promotora de la iniciativa, la Asociación para el Desarrollo Rural de Lanzarote, Aderlan, o el departamento de Promoción Educativa de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias.

Para la presentación del acto y como no podía ser de otra manera se escogió como escenario el centro sociocultural Taiga de Guatiza, precisamente uno de los puntos geográficos con mayor presencia de cultivos de cochinilla en la Isla. No obstante, el curso se imparte de de 17:00 a 21:00 horas, en el CEIP Las Mercedes de Mala. A lo largo de este seminario los asistentes y visitantes tendrán la oportunidad de conocer de primera mano los productos derivados de la cochinilla realizados en el taller de transformación de este insecto que dirige la que fuera consejera de Educación y Cultura en el Cabildo de Lanzarote, Chana Perera. Y es que en su apuesta por defender el agro lanzaroteño, se ha conseguido generar todo tipo de productos que tienen en la cochinilla conejera su principal materia prima.

Entre los artículos elaborados en el taller destacan jabones, carmín para los labios, cremas faciales, grabados y hasta cuadros pintados a base de este producto. De hecho, durante la presentación del curso se pudieron observar los primeros trabajos realizados en el marco de este taller. Así, se exhibieron un total de diez prendas, cuyas telas fueron coloreadas a base de cochinilla, así como una muestra de diferentes grabados y tapices.

Elemento revitalizador

Aunque obviamente mediante un curso no puede devolverse a la cochinilla el lugar que ocupó en la economía lanzaroteña del siglo pasado, el seminario sirve para potenciar su utilización y convertirla en un nuevo imán para el turista. Y es que a juicio de Chana Perera, la agonía que sufren actualmente los campos de Guatiza y Mala, ambos enclaves al norte insular, podría redimirse con una apuesta decidida por la transformación de este insecto que parasita en las tuneras.

El problema del campo de Lanzarote no es exclusivo de los pueblos de Guatiza y Mala sino que se ha generalizado. No obstante, el uso de productos derivados de la cochinilla serviría para captar la atención del visitante y resucitar esa parte de la isla que ha perdido todo su encanto”, señaló Perera entusiasmada, si bien reconoció que en este aspecto es fundamental la implicación de las administraciones para dar salida a los productos en el mercado. “Si conseguimos dar salida en el mercado a los productos, el precio de la materia prima se revalorizaría y en consecuencia se recupera, pero el apoyo institucional es importante”, subrayó. La intención es vender productos elaborados con el carmín rojo intenso que se extraen de los insectos, en vez de la materia prima, es decir, las cochinillas secas, que tienen un bajo valor en el mercado. Y es que, según Perera, su aplicación como tinte en tejidos, alimentos o medicamentos, abren un abanico de posibilidades para su transformación.

Entre otro de los proyectos que se prevén a largo plazo, la promotora de MILANA resalta la idea de crear una ruta de la cochinilla que atraviese los pueblos de Mala y Guatiza. Una especie de senderos que a la vez que potencia el turismo rural acerca al visitante a una zona del paisaje isleño aún por descubrir. “La presencia del viajero recorriendo las rutas le devolverá al campo ese colorido que atrajo la atención de miles de turistas, pero que se ha perdido”, explicó Chana.

Nuevas fronteras

El proyecto de MILANA es amplio y no sólo contempla la creación de un centro de transformación sino que además anhela la ejecución en la isla del centro de interpretación de la cochinilla, abordado en más de una ocasión por el Congreso de los Diputados y para el que existe una partida presupuestada desde el Ministerio. Pero en cualquier caso, para que éste prospere Perera confía en la difusión de los objetivos como principal vía de acceso.

En este camino la que se ha convertido en la mayor defensora de la cochinilla prepara varias exposiciones y charlas que serán impartidas más allá de las fronteras insulares. “En los próximos meses nos esperan en la Universidad Carlos III de Madrid y ya hemos estado en la Universidad Méndez Pelayo. Queremos dar a conocer el proyecto y traspasar las barreras insulares”. Una aspiración que sin duda contribuirá a que pueda resurgir un sector que ha sido muy importante durante siglo y medio en la historia de Lanzarote.

Cochinilla, el color del agro conejero
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