miércoles. 24.04.2024

1.- Está Fernando Clavijo muy dolido y muy mosqueado con Patricia Hernández porque, a su juicio, lo ha traicionado. Y anda un ágrafo de Las Palmas, un tal Valido, o algo así, rondando a Clavijo porque quiere ser vicepresidente. Y las aguas de Coalición Canaria (CC) se hallan un tanto revueltas porque todo el mundo desea ser consejero. Si nos ponemos a ver, de sus parlamentarios, Clavijo no controla a los tres de Fuerteventura, ni a los dos herreños, o sea que tendría sólo 12, si mis cuentas no me fallan, que espero que no. No se puede decir que CC sea la primera fuerza porque esos cinco –más el diputado del PNC, si este partido no sigue aliado electoralmente con CC, que lo está meditando— se le pueden soliviantar en cualquier momento. Fernando Clavijo corre el riesgo de ser el matarife del partido y esto en un currículo es jodido. El lunes próximo, en mi entrevista en el “Diario de Avisos”, un viejo zorro de CC sostiene que o se unen o se van pal carajo, como decía don Ludgardo Cañadas. Y, ¿saben?, Coalición atufa cada día más a las AIC, que es un modelo insularista viejo y que se desechó para crear lo otro: un partido unido y moderno. No se ha conseguido, pero al menos Paulino sabía dominar a las fieras insulares; y Clavijo no tiene autoridad para hacerlo. Además, se ha reunido de otros ágrafos que le aconsejan cómo llevar a los medios de comunicación y los tratan fatal –bueno, a algunos muy bien–. Pero da la casualidad de que estos últimos ya no pintan nada. Pintan menos que un concejal de Cuenca, como diría Chiquito de la Calzada.

2.- En las declaraciones que el martes/noche, en hora estelar, hizo Clavijo a Juan Pablo Colmenarejo, en la COPE, dejaba traslucir su dolor por la postura de Patricia Hernández, a la que incluso cobijó en el bunker de Presidencia por unos meses, durante la mamanza de su hijo y un tiempito después, extra. Al fin y al cabo, es mejor vivir ahí que en el barrio de La Salud –¿Salud Alto, ¿Salud Bajo?–. Ahora tiene Clavijo, en medio de grandes perturbaciones, que recomponer su deteriorado Gobierno de Canarias. Cuatro puestos para mucha gente, no siete novias para siete hermanos. Se le va a caer la mochila de todas las fuerzas que está haciendo para acertar. Pero se relaciona poco con quienes mejor le pueden aconsejar, se fía sólo de sus ágrafos áulicos. Y no es esto, no es esto, diría Ortega, en la frase más obvia y estúpida del filósofo, pero que fue la que más fortuna hizo.

3.- ¿Ustedes han visto cómo está Santa Cruz de sucia? O los chicharreros son unos jediondos, o la empresa de la limpieza se ha olvidado de limpiar. Alguien –supongo que un perro de grandes dimensiones— cagó en la puerta de mi casa hace una semana y ahí sigue la gracia, que ni el dueño ni el Ayuntamiento han hecho el más mínimo gesto por retirar el material. Yo ya saludo a la cagada como si fuera de la familia, cada vez que entro y salgo. ¿Habrá sido adrede?

Clavijo, muy mosqueado
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