jueves. 28.03.2024

Fotos: Dory Hernández

Un hombre aparca su coche en la Avenida Fred Olsen, saca una pancarta, y como casi todos los días, protagoniza una solitaria y silenciosa protesta contra la Inmobiliaria Siglo XXI. Sólo en su empeño por llamar la atención, pero unido en silencio a decenas de familias decepcionadas con una larga espera para ver cumplido el sueño de tener una vivienda de lujo en primera línea de la playa del Reducto.

El coche está frente a un vistoso edificio justo al principio de la Avenida, el segundo más alto de toda la ciudad, superado sólo por el Arrecife Gran Hotel, que le hace sombra apenas unos metros más adelante. Un edificio en apariencia terminado, aunque las vallas que lo rodean no dejan prestarse al engaño. Aquí no vive nadie. El solitario vecino de la pancarta tenía que ser uno de los felices vecinos a los que la inmobiliaria prometió que la entrega de las llaves sería a principio de 2007. Un año y medio después, sólo puede confiar en que Siglo XXI cumpla su última promesa: las viviendas empezarán a ser entregadas a partir del próximo mes de junio.

El lujoso edificio de la Avenida Fred Olsen empezó a construirse hace aproximadamente cinco años, aunque muchos pisos se vendieron incluso antes, sobre plano. Las obras tenían que haber concluido hace un año y medio, pero diversos problemas obligaron a retrasar su ejecución. Sólo en poner los cimientos la constructora empleó cerca de un año. Por su cercanía a la playa, las excavaciones se inundaron con el agua del mar.

Crónicas no ha podido hablar con el solitario propietario, pero sí con otros dos hombres que llevan años esperando para mudarse al Reducto. Uno de ellos no está para nada molesto con la empresa que le vendió la vivienda. Confía en tener las llaves este mismo verano.

“Supongo que será un problema para las personas que necesitan una vivienda”, cuenta este vecino que ha preferido guardar el anonimato, pero éste no es su caso. Tiene casa y no tiene prisa. En su razonamiento puede estar la clave de la soledad del ciudadano harto de esperar. Con los precios de las viviendas en mano, que van desde los 250.000 euros por un piso de dos dormitorios, hasta el medio millón por un ático con vistas a la playa, según información que ha proporcionado la propia inmobiliaria, se entiende que los compradores no son precisamente gente con escasos recursos.

Ricos o pobres, los hay que sí están molestos con el retraso. Es el caso de otro propietario con el que se ha puesto en contacto este diario. José Antonio Guadalupe decidió comprar un piso de la promoción de Siglo XXI hace cuatro años, en 2004, cuando las obras ya habían empezado. Optó por la vivienda más barata: dos dormitorios por 250.000 euros. Al firmar el contrato tuvo que desembolsar el 15 por ciento del valor total del piso. Al año siguiente pagó otro 15 por ciento. En total, 75.000 euros. Cuatro años después, sigue esperando por su casa.

En declaraciones a este diario, la inmobiliaria aseguró este lunes que las viviendas empezarán a ser entregadas a partir del próximo mes de junio, aunque muchas familias tendrán que esperar unos meses más para mudarse a su nuevo hogar. Las entregas se harán por portales presumiblemente hasta finales de este año. Estos días, con la obra terminada, la empresa está montando las cocinas. Tras cinco largos años, parece que la espera llega a su fin.

Cinco años para vivir “de lujo”
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