jueves. 25.04.2024

Fotos: Dory Hernández

Música, arte, cine, fuego... Estos fueron los ingredientes que, durante casi 100 horas, dejaron sin aliento a más de 100.000 personas en Las Palmas. Womad 2007 no entendió de prejuicios ni excusas, tan sólo de calidad y fuerza. Cuatro días, ni más ni menos, y el Womad se marchaba dejando en el Parque Santa Catalina y alrededores, el recuerdo de noches sin horas, de conversaciones en el césped, de historias construidas a base de historias de colección y malabares. De diferentes maneras de entender y sentir cada acorde, cada minuto. Así fue el Womad.

Talleres infantiles, sesiones de música electrónica, proyecciones para los cinéfilos, mercadillos y un broche final de auténtico lujo. Cuando Calima salió al escenario el domingo por la noche el tiempo se paró como si se tratara de magia. Después de haber presenciado folclore, música indonesia y ritmos peruanos, el más puro flamenco se apoderó del escenario de Womad. Del escenario y de todos los que allí estaban presentes. Guitarras duras, sonidos puros y rasgados y una bailaora que hipnotizó al público y dejó a cientos de personas con la boca abierta.

El Womad tuvo espacio para todas las edades y para todos, o casi todos, los ritmos y gustos. Una treintena artistas de medio mundo desembarcaron en Las Palmas para tomar el parque de Santa Catalina. Pero si hubo otro momentazo en el festival fue el que protagonizó David D'or que, desde Israel, fundió al público con una pasión desmedida y bajo el cobijo de las banderas israelí, española y canaria.

El mundo entero en Santa Catalina

La cita multicultural fundada y concebida por Peter Gabriel se dio un paseo por las geografías musicales de Guinea (Mory Kanté), Zanzíbar (Culture Musical Club), Perú (Susana Baca) o el Silk String Quartet chino, entre otras latitudes. Sin olvidar la presencia de artistas canarios como Los Campesinos, Germán López, Tiritaña o Altraste.

Una treintena artistas de medio mundo desembarcan este fin de semana en el parque de Santa Catalina para participar en la XIII edición del festival Womad Las Palmas de Gran Canaria. Entre los representantes españoles que acuden a este festival destacan la Mala Rodríguez, Calima o Concha Buika.

Los napolitanos Scappanapoli o los irlandeses Kíla acercaron al escenario al viejo continente, dentro de un cartel combinado con talleres musicales y otras actividades paralelas, como sesiones de pinchadiscos o un pequeño ciclo de cine.

Juldeh Camara & Justin Adams fue la propuesta que llegó de entre Gambia y el Reino Unido, mientras que el también británico Patrick Duff dio rienda suelta a Rosabella, su más reciente maquinaria de rock con mensajes ácidos.

Otra de las sorpresas del cartel fue la del batería estadounidense Billy Cobham, antiguo integrante de la Mahavishnu Orchestra, colaborador de Miles Davis, de origen panameño y aclamado como una de las figuras mundiales más emblemáticas del jazz-fusión. También carismático es el perfil de la peruana Susana Baca, la máxima defensora del repertorio tradicional afroperuano que consiguió hacer que la participación del público fuera la parte más importante de su actuación.

Mientras tanto, y en el escenario Guagua, Jamie Catto, el fundador de Faithless actuó como antesala de los Dj's Blam & Kham, dos jóvenes productores de Bristol. Y para finalizar, la formación de Dj's grancanarios Funk Four Factory realizó una sesión utilizando todas las músicas posibles, tratadas desde un ejercicio de continua reconstrucción.

Los conejeros también volaron

Ni la lluvia intermitente, ni el frío, ni la falta de tiempo. De la multitud incondicional al Womad eran muchos los conejeros que decidieron acercarse al festival. Y no sólo fueron testigos sino que hasta en el cartel estuvieron presentes los lanzaroteños. ¿Que qué pintaban Los Campesinos en el Womad? Pues aunque fuera una de las preguntas más sonadas, cuando este grupo folclórico salió al escenario la cuestión, sencillamente, pasó a mejor día. Y es que, después de cuatro días viendo, escuchando y aprendiendo de todo, ¿qué sentido tiene una exclusión?

Los Campesinos gustaron. Llenaron de color la última noche y consiguieron que, a pesar de que a la lluvia se le antojara interrumpir, el público permaneciera ahí, al pie del cañón, hasta que estos conejeros se despidieron.

Y el nuevo formato de este encuentro multicultural también gustó. Las tres jornadas habituales se ampliaron a cuatro; hubo un cuarto escenario, La Guagua, y mil talleres en los que se construyeron un sinfín de artilugios para la procesión final del domingo. Así fue Womad 2007, cien horas de hipnosis en Las Palmas.

Cien horas de hipnosis en Las Palmas
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