martes. 23.04.2024

Por Manuel Cabrera

Esta semana se aprueban una serie de subvenciones desde el área de Turismo a temas deportivos, que ni se advirtieron, ni siquiera comunicaron al área de Deportes. Se suma esto a una serie de compromisos que me pidió atender el Presidente en el momento de aprobar los Presupuestos, y que acepté, de mala gana, por evitar discusiones en un grupo de gobierno que comenzaba a trabajar, en el cual tengo esperanzas de mejorar la isla. De hecho creo que algunas cosas se están abordando mejor y me alegra.

No es que las subvenciones que se han dado fuera del criterio del área sean injustas. No. Todos los deportistas o equipos quieren más ayudas y seguramente la mayoría lo merezca. Pero desde luego rompen la línea de trabajo de igualdad y transparencia que se había mantenido en estos tres años y hace que empiece a estar incomodo con esta forma de gestionar, dando lugar además, a que ya algún deportista se haya quejado públicamente, con razón, de no haber sido ayudado por el área de Deportes sino desde Turismo.

En este tiempo al frente del área de Deportes se ha intentado escuchar a los trabajadores del área, a los interesados y sacar conclusiones propias que ayudaran a ser rectos y justos en el reparto presupuestario. Se han hecho, ¡por primera vez!, siempre públicos los presupuestos anuales, ante deportistas, equipos y medios de comunicación. El criterio era sencillo: atender de manera prioritaria al deporte de base, donde se aumentaron las partidas a Escuelas Deportivas y desplazamientos y a partir de ahí, ayudar en lo posible a equipos y deportistas de elite, siempre con criterios igualitarios y aceptables por todos. Ahora observo con preocupación cómo se rompe esta línea de trabajo. Podría parecer que volvemos a épocas pasadas de agravios, amiguismo y ocultismo.

El área de Deportes ha tenido el dinero que aprobó este grupo de gobierno, con su Presidente y Consejero de Hacienda, que era el mismo de Turismo, a la cabeza. Dicho Consejero de Hacienda explico a todo el grupo de gobierno la grave crisis económica que vivía el Cabildo, se pidieron esfuerzos y recortes, y desde luego, en Deportes se han hecho, siguiendo dichas consignas. Se me obliga a hacer un papel duro y difícil para luego dejarme mal. No parece leal ni serio pedir que haga dichos recortes, que se pida esfuerzos a los trabajadores, hablar de grave crisis, de dificultades en el pago a proveedores para luego, el mismo que nos lo pide no hacer lo propio desde Turismo, dejando mal a los que hemos cumplido con responsabilidad nuestro papel. Hay crisis para todos o no la hay.

Pido al Presidente que corrija dicha forma de actuar por el bien de todos. Solo pido seriedad, sensatez, responsabilidad y algo de lealtad. No es tan difícil. Al frente de mis desempeños como cargo público en Tías o en el Cabildo es lo que ofrecí al Alcalde o a la anterior Presidenta y siempre recibí apoyo, entendiendo que aprobaban la forma de trabajar. Creo modestamente haber hecho una buena labor en una adversa situación económica y que gracias a la sinceridad y rectitud no hubo queja alguna sobre el área. Este Consejero de Deportes es responsable de su gestión ante los ciudadanos y responde personalmente a cualquier crítica que se le haga al respecto pero de esta manera va a ser difícil poder responder. Espero por tanto ahora que el Presidente considere justa mi reclamación, y ayude a modificar la situación. De lo contrario preferiría dejar el cargo, sin dar lugar a problemas en el gobierno insular, pues mi voto ira siempre en la línea que marque el PIL.

Carta de Manuel Cabrera a Pedro San Ginés
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