miércoles. 24.04.2024

1.- Carmen Franco Polo , "Nenuca", la duquesa de Franco, estuvo el sábado en Tenerife, donde ya vivió unos meses en 1936. Ha cenado en el Real Casino de Tenerife, con motivo de su asistencia a una conferencia relativa a la orden militar a la que pertenece, la del Santo Sepulcro de Jerusalén. Aquí vivieron el general Franco , su esposa, doña Carmen Polo , y su hija "Nenuca" -Carmen- unos meses, antes de que el general diera el golpe de estado que acabó con la República. Mi tesis doctoral versó sobre la prensa patriótica en aquellos años, está publicada -"Días de silencio"- y en dos libros más lo he contado casi todo: "Gesta y sacrificio del teniente Gonzá lez Campos ", "El periodista Víctor Zurita y el golpe de estado de 1936" y en innumerables artículos. Al menos dos veces atentaron en Tenerife contra el general Franco, una en La Orotava y otra mientras dormía, con su familia, en la Capitanía General. Todo muy mal organizado por grupos de la izquierda radical.

2.- Franco volvió sólo una vez a Canarias durante su mandato, en los cincuenta. El general no era muy viajero: se le conocen aquel viaje a Hendaya con lo de Hitler ; un par de reuniones en Portugal, pero pegadito a la frontera de Badajoz, con Oliveira Salazar ; y aquel viaje a Canarias a bordo del crucero del mismo nombre. Su hija, la duquesa de Franco, recordaba su estancia en Tenerife, el otro día, en el Real Casino, un lugar que frecuentaron sus padres cuando el general era comandante militar de Canarias. Yo no sé cuántas veces ha venido la duquesa a Tenerife desde entonces, pero no creo que muchas. A lo mejor sólo la del sábado pasado. Su marido, paz descanse, el marqués de Villaverde , sí estuvo en la isla en algunas ocasiones; era muy amigo de Augusto Méndez de Lugo , cardiólogo como él y ambos compañeros en la Facultad de Medicina de Madrid. Ya he contado algo de eso.

3.- No es que la estancia de la duquesa tenga especial relevancia -es una mujer muy fina y educada, como no podía ser menos-, pero en el Real Casino despertó la lógica curiosidad entre su parroquia social. Supongo que estaría por allí mi admirado José Arturo Navarro Riaño , que es un hombre muy ilustrado en los asuntos de la nobleza y de la alta sociedad y seguramente relacionado con la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, a la que también pertenecía el marqués. O sea.

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Carmen Franco
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