La oposición en el Ayuntamiento de Yaiza y diversas asociaciones de campistas y usuarios han puesto el grito en el cielo tras el anuncio del Consistorio sureño sobre el próximo cierre del camping de Papagayo, previsto para la temporada alta por los altos gastos que, según un estudio económico municipal, supone la actividad para la Corporación.
De un lado, Rogelio Martín, el que fuera el segundo presidente de la ya disuelta Asociación de Campistas de Lanzarote, se reunirá este mismo viernes con el equipo de gobierno para buscar posibles salidas al conflicto. “Me han llamado los antiguos compañeros de la Asociación y otros campistas, y esta misma tarde nos reuniremos para intentar iniciar conversaciones con la Corporación sureña”, comentó este viernes en El Despertador, de la 95.8.
A Rogelio Martín, como al resto de campistas, no le ha sentado nada bien el anuncio de cierre, sobre todo ahora, que con “la crisis es más necesaria que nunca la temporada de camping”.
Martín reconoció que “hay que tener en cuenta que ninguna institución tiene dinero ahora mismo”, pero alegó que “habría que estudiar si esos gastos vienen todos del área de acampada o si se están englobando otro tipo de gastos que no guardan relación directa con ello”.
Al igual que el resto de sectores, considera que “alguna solución puede haber si se logra implicar a instituciones como el Cabildo o el Gobierno de Canarias”, pero insiste en que es el Ayuntamiento el que también tendría que racionalizar un poco los gastos y analizar lo que cuesta cada puesto de trabajo y si se están produciendo consumos excesivos de agua, de electricidad, etcétera.
Subir sólo 1,66 euros las tasas por parcela
De la misma opinión es el portavoz de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Lanzarote (ACULANZA), Ricardo Tavío, quien asegura que subiendo tan sólo 1,66 euros en el cobro de las tasas por ocupación de parcela diaria, se lograría equiparar el capítulo de gastos del que habla el Ayuntamiento con el de ingresos.
Entre otras medidas, Aculanza propone que se limite el consumo de agua y luz en el camping. “Además de reducirse el personal, pues no sabemos si son vitales las 15 personas que allí trabajan, habría que restringir el consumo de agua estableciendo un horario para las duchas y otros puntos de agua, que permitan la reposición de los tanques”, dijo. “Además, el motor de luz podría apagarse entre las dos y las seis de la mañana y cabe la posibilidad de adquirir un grupo electrógeno al que se le pudiera dar un uso general para el municipio durante los seis meses restantes, ya fuera de la temporada alta”, agregó.
La oposición pide la instalación de una línea eléctrica
Por su parte, el concejal del Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL), José Antonio Rodríguez, dejó constancia de su malestar por la decisión del equipo de gobierno (PIL-CC). “No se puede dejar a la gente sin playa y sin camping, que no todo el mundo es rico como ellos y puede permitirse viajar”, dijo.
Para Rodríguez hay otras alternativas al cierre del camping, como una ligera subida de las tasas que pagan los campistas por parcela cada día de ocupación. En cualquier caso, refrendó la opinión de varios sectores y del propio Ayuntamiento, que reclaman que el camping no debería costarle al Ayuntamiento “ni una sola peseta”, y que otras instituciones públicas deberían interesarse y colaborar a financiar el que es el único camping público legal de toda la Isla.
José Antonio Rodríguez criticó que el equipo de gobierno haya “reducido el personal por un lado, pero, al mismo tiempo, también ha contratado a nuevas personas para el camping”.
El concejal de la oposición recuerda que el anterior grupo de gobierno “arregló el abastecimiento de agua, que reduce gastos”, y asegura que ahora lo que sólo le falta al Ayuntamiento es conseguir “traer el flujo eléctrico hasta el camping”.
Sin embargo, hay que tener en cuenta el alto coste que supondría la instalación de una línea de alta tensión. El procedimiento para sustituir el actual grupo electrógeno, que consume grandes cantidades de gasoil, pasaría por que los técnicos de la Oficina Técnica del Ayuntamiento elaboraran los informes adecuados y los remitieran a Política Territorial del Cabildo, para que ésta, a su vez, emita los informes favorables de impacto medioambiental y visual.
Casi 3.000 personas sin camping
Durante la temporada alta, en el camping de Papagayo se suelen aglomerar durante los fines de semana en la zona entre 2.500 y 3.000 personas. El camping posee 200 plazas existentes, a las que se sumaron 20 más tras la modificación del proyecto. Además, cada parcela es empleada por un promedio de cinco personas, a las que hay que sumar sus allegados y otras visitas.
