viernes. 19.04.2024

Gane o no gane José Luís Rodríguez Zapatero las elecciones generales, que todo indica que las va a ganar, lo cierto es que el Gobierno socialista debe replantearse seriamente su política de empleo. Ya dijo el candidato socialista en su cara a cara con Rajoy que se compromete a crear dos millones de puestos de trabajo en la próxima legislatura. Eso sí, lo que no dijo es cuántos puestos de trabajo se van a destruir. De poco vale crear dos millones de puestos de trabajo si se destruyen más de dos millones. Eso, como ha sucedido ahora, sólo sirve para engordar las cifras del paro.

Lo del pleno empleo, por mucho que lo planteen la mayoría de los partidos, es una utopía prácticamente irrealizable, que sólo sucedía en lugares como Lanzarote -hace ya unos cuantos años-, donde la demanda de mano de obra era muy superior a la oferta. En el conjunto del país, sobre todo después de la previsible crisis de la construcción, es imposible que esto suceda. Por eso se deben buscar fórmulas nuevas, distintas, que cambien la mala dinámica actual, en España en general y en Canarias en particular. Ese debe ser uno de los grandes retos, si no el más importante, del próximo Gobierno.

Este martes se dieron a conocer nuevamente los desalentadores índices de desempleo del país. El paro subió el pasado mes de febrero un 3,7 por ciento, aunque con respecto al mismo mes de 2007 ha subido un 19 por ciento, algo más de siete puntos por encima de la media nacional, según datos difundidos este martes por el Ministerio de Trabajo. El paro registrado en el conjunto del país subió en 53.406 personas en febrero con respecto a enero y situó la cifra total de desempleados en 2.315.331, un 2,36 por ciento más, mientras la tasa interanual es del 11,57 por ciento. En Canarias el número de parados es de 154.109 personas, 5.549 más que en enero y 24.665 más que en febrero pasado. Los parados extranjeros en España ascienden a 258.365, mientras en Canarias suponen 14.942 personas, siendo Cataluña, Madrid y Valencia las comunidades que más desempleados foráneos registran con más de 48.000, 45.000 y 34.000 cada una. Por provincias, Las Palmas contabiliza 86.943 parados, 2.994 personas más en febrero, lo que supone un aumento del 3,57 por ciento, mientras la tasa interanual asciende al 18,76 por ciento porque hay 13.737 desempleados más desde febrero del pasado año. En Santa Cruz de Tenerife los datos revelan que hay 67.166 desempleados, lo que supone 2.555 más en un mes y un 3,95 por ciento de aumento mensual, aunque la tasa interanual sube hasta el 19,43 por ciento con 10.928 parados más.

Por sectores económicos, el que más parados registra en Canarias es el de servicios con 103.203 personas, seguido a distancia por la construcción (22.689), el colectivo sin empleo anterior (17.714), la industria (6.288) y agricultura (4.215).

Son unas cifras terribles, que habría que desterrar de aquí si realmente queremos presumir de ser un país avanzado y moderno, a la altura de las grandes potencias del mundo. Y es que las cifras que se barajan en estos momentos, con cerca de 9.000 personas apuntadas en el Instituto Nacional de Empleo (INEM) en Lanzarote, son para echarse a temblar. Nunca se llegó a pensar que en esta tierra podría haber una cantidad tan elevada de personas sin empleo, lo que evidentemente debe conducir a una reflexión seria y serena, especialmente en la que estén involucrados empresarios y sindicatos.

De todos modos, no hemos empezado muy bien en la búsqueda del consenso. El Consejo General de Empleo de Canarias aprobó la semana hace dos semanas la estrategia de empleo elaborada por el Gobierno regional sin el apoyo de CCOO y UGT al no haber retirado el Ejecutivo las propuestas que los dos sindicatos entienden que discriminan a la población inmigrante y cuya legalidad cuestionan. Así lo manifestaron las dos secretarias regionales de CCOO y UGT, Delia Rodríguez y Alicia Rodríguez, respectivamente, frente a la posición de la Consejería de Empleo regional, cuyo titular, Jorge Rodríguez, afirmó que las dudas a las que se refieren los sindicatos son “hipótesis” y que sus medidas son “plenamente constitucionales”. Rodríguez lamentó la actitud de la líder de CCOO por no haber asistido a la reunión por problemas de agenda y hacer declaraciones a los periodistas al término de la misma, y apuntó que detrás de la postura que comparten ambas formaciones sindicales están los “socialistas”.

No conocemos en profundidad las razones que movieron a los sindicatos a estar en contra de esta estrategia de empleo, aunque sí que entendemos el monumental enfado que tenía Rodríguez, quien llegó a resaltar que este asunto saldría adelante con o sin los sindicatos. No debe ser así, insistimos, cualquier acuerdo de estas características debe contar con los trabajadores, que son los principales afectados, y los sindicatos, aunque haya gente que no esté de acuerdo, son sus legítimos representantes. En definitiva, que hace falta un cambio, y un cambio profundo y rápido.

Cambios en el empleo para el próximo Gobierno
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