jueves. 18.04.2024

Una periodista peninsular residente en Lanzarote desde hace años, muy poco sospechosa hasta donde yo la conozco de tener tendencias o tentaciones machistas -antes al contrario, a fe mía-, me envía uno de esos correos electrónicos múltiples que circulan por la enredada red de internet. No es ociosa la aclaración de que la remitente es mujer y además feminista porque el contenido del correo pudiera o pudiese hacer pensar lo contrario, pues las que salen retratadas no dejan al género femenino en muy buen lugar. Entre tanto tonto, alguna tonta tenía que haber. Lógica y elemental ley de probabilidades.

Se recogen en la misiva virtual una serie de frases célebres de otras tantas celebridades (ejem...) femeninas. Por ejemplo, lo que alegó Jennifer López al ser detenida junto a un tal Puff Daddy: “No he cometido ningún delito. Lo que hice fue no cumplir con la ley”. No menos delito tuvo la propia López cuando dijo, imitando a los ministros o directores generales que venían a Canarias y decían estar encantados de haber llegado al Archipiélago Balear, que “es maravilloso estar aquí en el gran Estado de Chicago”.

Otras perlas: Pamela Anderson Lee (aunque poco, para mi gusto): “Lo que está dañando el medio ambiente son las impurezas en nuestro aire y en nuestra agua”. De Perogrullo. A una candidata a Miss Colombia 2002 le preguntan a qué personaje le gustaría conocer: “Definitivamente, me gustaría conocer a Lady Di. Afortunadamente ya se murió”. La culpa no es de la que responde lo que responde, sino del tolete -o toleta- que pregunta lo que pregunta a quien se lo pregunta. ¿Le preguntaría alguien a un Premio Nobel -un suponer- cuál es su color preferido o su signo del horóscopo?

A Paris Milton, otra intelectual, le preguntaron si cree que todas las guapas son brutas. Su respuesta no puede ser más atinada: “No, yo creo que también hay feas muy brutas”. Cae por su peso. A Carolina Zúñiga, candidata a Miss Chile 2001, otro lince del periodismo o integrante del jurado de turno la interrogó sobre qué pareja (hombre y mujer) elegiría para preservar la especie humana en caso de que hubiera o hubiese un holocausto nuclear en el planeta. La respuesta puede gustar más o menos, pero original sí que fue: “Al Papa y a la madre Teresa de Calcuta”. No se les habría ocurrido una mejor ni a los guionistas de las tontuelas teleseries españolas catódicas o catatónicas.

La cantante colombiana Shakira siempre tuvo muy claro a qué lugar le gustaría viajar, por encima de cualquier otro: “A Roma, porque es la tierra donde nació nuestro Señor Jesucristo”. Otras están muy concienciadas con la compaña antitabaco, como Brooke Shields: “El fumar mata, y si te mueres has perdido una parte muy importante de tu vida”. A ver qué científico se atreve a negar tamaño aserto.

Más filosofía en estado puro, como la que destilan las cuerdas palabras de Miss Alabama en el concurso de Miss América 1994 cuando fue preguntada (y dale con las preguntitas) qué haría si pudiera vivir para siempre: “Yo no viviría para siempre, porque no deberíamos vivir para siempre, porque si supusiera que deberíamos vivir para siempre entonces viviríamos para siempre, pero no podemos vivir para siempre, que es por lo cual yo no viviría para siempre”. He escuchado peores respuestas en plena campaña electoral, y sin salir de Lanzarote.

Es palabra de Valeria Mazza, que dicen que es una conocidísima modelo argentina: “Yo nunca he fumado marihuana porque eso da celulitis”. Y el Evangelio según Mariah Carey: “Siempre que veo la tele y veo esas pobres niñas hambrientas en todo el mundo, no puedo evitar llorar. Quiero decir, me encantaría ser así de flaquita, pero no con todas esas moscas, muerte y esas cosas”.

La siguiente salida de tono se la atribuyen a Claudia Schiffer, que amenazaba a su colega Naomi Campbell de esta guisa: “Esa rastrera sinvergüenza merece ser matada a patadas por un asno... y yo soy justo la más indicada para hacerlo”. Seguro que la frase es apócrifa. Internet es lo que tiene: nunca te puedes fiar si lo que ves o lees es real como la vida misma o más falso que un telediario. Yo le concedo la misma credibilidad que la que le concedo a un político en pleno celo electoral: muy poquita tirando a ninguna. ([email protected]).

Calladita estás más guapa
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