Muchas veces tratamos de obviar los chismes de alcoba, los que nos cuentan con reiterada frecuencia y que tienen que ver con secretos íntimos. Es tanto el ir y venir de historias, cosa que agradecemos porque de entre todas ellas extraemos alguna de las noticias que nos convierten en el medio que está a la vanguardia informativa de Lanzarote (le pese a quien le pese), que tenemos que hacer una selección. Sin embargo, hay personajes que repiten, en muchos casos por su insistencia a protagonizar todo tipo de despropósitos. Es el caso del personaje que hemos venido a denominar como Chindasvinto, un godo de origen judío que está bastante jodido últimamente. La razón no es otra que el trono falso que tiene está a punto de desaparecer. Al menos así nos lo aseguran las lenguas de doble y triple filo. A su lado, como siempre, la embobada Dama Boba, que no sabemos si seguirá al lado de su particular rey cuando el trono desaparezca. Dicen que el trono robado se lo dieron a dedo sus amigos, ahora enemigos. Dicen que cuando reclamen la deuda y le despojen de todo las cosas van a cambiar. Algunos hablan de la calle como único escondite para quien no ha hecho otra cosa que llevarse siempre lo que no es suyo y obtener méritos que jamás le han correspondido.
